El comité de Albada no descarta una huelga si no se retiran las denuncias

La amenaza de la huelga planea cada cierto tiempo sobre la planta de Nostián. Esta vez, regresa de la mano del comité de Albada, que ha vuelto a poner sobre la mesa este aviso para tratar de presionar en su negociación laboral.
Una amenaza que llega para endurecer un conflicto en el que no solo entran la empresa y sus trabajadores, sino en el que también está metido el gobierno local, después del cruce de denuncias y contenciosos en los que se han introducido por la concesión del servicio de tratamiento de residuos urbanos.
Mañana es un día clave en este proceso. El concejal de Medio Ambiente, Enrique Salvador, tiene una cita importante con los empleados. Una representación del comité de empresa acudirá a María Pita tratando de arrancar del responsable municipal el compromiso de que retirará el contencioso que mantiene con la adjudicataria de Nostián.
El presiente de la parte sindical, Carlos Barral, espera convencer al edil para que el conflicto se aleje de la vía judicial. Y para ello, no descarta tener que recurrir al anuncio de una posible huelga en la planta de tratamiento de residuos. Los trabajadores esperan que de esa forma, la empresa acceda a la negociación que tienen pendiente para mejorar las condiciones laborales de la plantilla y acordar un nuevo convenio.

reivindicaciones
Sin embargo, las negociaciones entre la empresa y los trabajadores están completamente bloqueadas desde hace tiempo. Albada, filial de Urbaser, una de las empresas de Florentino Pérez, no quiere atender a las reclamaciones de su plantilla, alegando  que arrastra una pérdida millonaria y que está haciendo un gran esfuerzo al mantener los puestos de trabajo.
No obstante, los empleados hacen una lectura totalmente distinta de la situación. Reclaman una mejora salarial, aunque acepta seguir con los sueldos congelados hasta el año 2017. A partir de ahí, dicen, habría que tomar decisiones porque según el acuerdo actual, regresarían a niveles de 2012, antes de que accedieran a una rebaja de un 6%, lo que supone entre 300 y 400 euros menos cada año ara un trabajador medio.
La plantilla lleva semanas barajando la posibilidad de plantear una huelga pero no han querido mover ficha antes de quemar todos los cartuchos. Por este motivo, parecen tener confianza en la reunión de mañana con Salvador y, de esta forma, poder alcanzar una solución por la vía de la negociación. Confían en que si el Ayuntamiento retira la denuncia contra Albada -por la que quieren declarar el contrato lesivo para la ciudad- la empresa acceda a negociar con ellos sus condiciones laborales.