El comercio nota los primeros efectos de la retirada de plazas para crear el carril bici

El comercio nota los primeros efectos de la retirada de plazas para crear el carril bici
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Los comerciantes ya denunciaban a finales de enero que la decisión del Ejecutivo municipal de la Marea de eliminar plazas de aparcamiento en distintos puntos de la ciudad para habilitar el carril bici sería negativa y tan solo un mes después advierten de que están notando los primeros efectos de la reducción de estacionamiento, pues han perdido algunos clientes y otros se quejan de las dificultades que tienen para acceder al comercio de proximidad. Además, en las zonas más afectadas por el cambio viario entienden que habrá accidentes porque la nueva infraestructura no se ha hecho con continuidad. 

“Actuaciones como la del carril bici han sido nefastas para nosotros porque se ha perjudicado a cientos de personas por beneficiar a unos pocos”. Así se manifiesta la presidenta de la Asociación de Comerciantes de O Castrillón, Eirís y Monelos (Acocem) Mariló Fernández cuando habla de los efectos de la retirada de plazas en la avenida de Monelos y el entorno. Aunque precisamente en la zona la afección no ha sido la más grande, comenta que “la tónica general es la protesta de clientes y vecinos, que dicen que es una vergüenza”. 

“No solo quitan sitio donde aparcar sino que no han generado un plan B para compensar esos lugares”, añade la representante del sector, que también lamenta que en paralelo se colocaran grandes contenedores tapando los escaparates de algunos comercios dificultando la visibilidad de los consumidores potenciales. 


Después de notar las quejas y alguna que otra baja en la zona, los asociados de Acocem ven que en cierto modo las decisiones municipales están “fomentando el consumo en los centros comerciales porque allí sí tienen donde aparcar”. 
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Comerciantes Distrito Picasso, Belén Chaver, añade que tras perder todo el estacionamiento en Linares Rivas, la conclusión es que “quedarse sin parking hace daño” con independencia de que en los alrededores haya subterráneos de pago.

Incorporación repentina
Ambas representantes coinciden a la hora de señalar que también consideran la infraestructura como un peligro para ciclistas y coches, dado que es “un carril bici intermitente”. “Será peligroso porque no tiene una ruta muy clara y continuada”, añade Chaver, que destaca posibles puntos negros como el cruce de Linares Rivas con Menéndez Pelayo.


Con las obras que ya están rematadas se puede ver que los usuarios que tiene la nueva vía, que no son todos los ciclistas ni mucho menos, circulan segregados del resto del tráfico en algunos momentos y que de repente se producen cortes del carril que los hacen irrumpir en medio de los vehículos ligeros y pesados. Incluso desde la Asociación de Comerciantes Fernández Latorre y Cuatro Caminos, donde la mayoría de socios están a favor de reservar este espacio para las bicicletas y confían en sus beneficios, reconocen que el cambio en Primo de Rivera ha molestado. 

“Las obras siempre suponen dudas y ciertas molestias para la gente; cualquier cambio que afecta a la dinámica de las cosas normalmente siempre genera cierto rechazo”, indican fuentes del colectivo, que además sostienen que no existen muchas alternativas para acceder a la zona si no es en coche particular.

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