El comercio evita una ola de cierres por el inminente fin de las rentas antiguas

El comercio evita una ola de cierres por el inminente fin de las rentas antiguas
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El año pasado tanto el Gobierno local como los empresarios llegaron a temer una debacle comercial sin precedentes en la ciudad porque dentro de menos de dos meses los alquileres de los locales que estaban bajo el régimen de renta antigua volverán a competir en igualdad de condiciones en el mercado. Sin embargo, los agentes de la propiedad inmobiliaria y los administradores de fincas han conseguido parar esta temida ola propiciando acuerdos de carácter temporal adaptados a la crisis entre los propietarios y los arrendatarios de los bajos.
Hace tan solo cuatro meses los representantes de los colegios de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria y de Administradores de Fincas auguraban que la afección no sería tan grande como se esperaba por el cierre de establecimientos a consecuencia de la crisis y su ocupación ya con otros precios. Sin embargo, al final ha sido su trabajo –en el que el Ayuntamiento les pidió que se volcaran para evitar problemas– el que ha paralizado las clausuras por el fin de la renta antigua, al menos durante los primeros meses de 2015.
“Algunos empresarios aprovecharán para jubilarse pero en la mayoría de los casos se está llegando a acuerdos”, explica el presidente del Colegio de Agentes, Herminio Carballido. Según aclara estos son de carácter “puntual”, es decir, las cuotas suben pero a unas cifras razonables dada la contención del consumo.

un precio intermedio
“Las rentas se elevan un poco aunque no lleguen al precio de mercado durante un plazo determinado”, aclara el representante del sector. La explicación de este conformismo por parte de los arrendadores es muy sencilla: “Como no hay muchos demandantes de locales, no quieren que les queden vacíos”.
“La mayoría son conscientes de que hay que renegociar, aunque hay clientes que no quieren entrar en ese debate porque están hartos del inquilino o lo quieren para ellos, para que su familia use el local y lo rentabilice”, comenta la vocal del Colegio de Administradores de Fincas, Carmela Lavandeira. También se da el caso de personas que se sienten en inferioridad de condiciones con otros dueños y prefieren volver al mercado en igualdad de condiciones que sus vecinos.
  A nivel personal, Lavandeira  ha cerrado numerosos tratos en su despacho y a otros solo “están pendientes de firmar”. Y es que todavía hay algún rezagado, aunque prácticamente está cerrada la amenaza de los cierres en diciembre y enero.

El comercio evita una ola de cierres por el inminente fin de las rentas antiguas

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