El comercio de la Ciudad Vieja critica la falta de acción local para atraer gente

El comercio de la Ciudad Vieja critica la falta de acción local para atraer gente
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La peatonalización de La Marina ha dado más capacidad de esparcimiento a muchos coruñeses pero, en paralelo, ha provocado que los comercios y hostelería de la Ciudad Vieja estén sufriendo las consecuencias de la falta de tráfico por la zona. La asociación comercial del barrio critica que el Ayuntamiento no haya activado iniciativas de fomento de la afluencia del público, que bajó en gran medida desde que el acceso se puso complicado.
“El cambio en La Marina afectó ya desde Juana de Vega y no se tomaron ningún tipo de medidas para que la gente siguiera viniendo”, denuncia el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja (Aceca), Adolfo López. 
El representante del sector cuenta que fundamentalmente en el casco antiguo han notado una gran merma de la clientela. “Ya las navidades no fueron muy bien pero desde enero pegó un bajón fortísimo”, afirma. 
Para López “el problema fundamental ya no es tanto “la peatonalización de la zona” como la circulación del tráfico porque “es difícil llegar aquí”. 
Por ello insiste en la necesidad de que el Gobierno local colabore con una campaña de fomento del transporte público. No obstante, entiende que lo verdaderamente fundamental para recuperar la llegada de los consumidores pasa porque desde el Consistorio les ayuden a patrocinar los vales de parking gratuitos. 
Eso sería, defienden desde la agrupación, una motivación extra para que la gente se complicara en estacionar para poder recorrer las tiendas y establecimientos de hostelería del barrio. “Es fundamental facilitar la movilidad”, resume, con un trasfondo de mensaje al Ayuntamiento. 
La visión contrapuesta la dan sobre el entorno de la calle Real aunque López alude también a la frontera figurada de Juana de Vega. “Hay muchos más factores que la peatonalización; también está la coyuntura de bajada de las ventas”, reflexiona su homólogo de la Asociación Zona Comercial Obelisco, Antonio Amor. Este puntualiza que mientras 2016 acabó bastante bien para el sector, este año “ha empezado mal”. 
Asegura que los principales beneficiarios de la nueva Marina son los locales de hostelería y, aunque reconoce que hay “problemas para aparcar”, dice que los coruñeses “pasean más” por los alrededores.

temporadas límite
Justo en el medio se encuentran los miembros de la Asociación de Hosteleros de La Marina, cuyo presidente, Antón Sáez, explica que para ellos el predominio de los peatones sobre los coches ha supuesto pasar de una estabilidad durante todo el año a tener temporadas de límites.
“En un día malo trabajas menos que antes porque cuesta más llegar, pero el día que hace bueno trabajas más de lo que lo hacías”, asegura. Por tanto, el invierno suele ser de saldos más negativos, pero las terrazas se exprimen al máximo cuando hace sol o calor. 
Sáez reconoce que la falta de aparcamiento próximo les hizo perder clientes que antes eran habituales. “Ese tipo se ha perdido porque llegar es una odisea y día a día no compensa”, si bien han sumado a los caminantes del borde litoral.
“La situación se va compensando a lo largo del año”, cuenta, pero reconoce que el Ayuntamiento “debería dar una vuelta a los horarios de acceso”. “A mediodía, entre semana, no hay gente y los repartidores podrían venir para no estar tan ahogados y los fines de semana no deberían pasar por aquí ni los autobuses”, destaca. n

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