Los comerciantes de Made in Galicia cierran satisfechos esta primera edición

Los comerciantes  de Made in Galicia cierran satisfechos esta primera edición
muchos participantes de made in galicia esperan repetir experiencia pedro puig

Nació como una idea de última hora, pero el resultado de la feria Made in Galicia parece que ha funcionado. Al menos así lo consideran los artesanos y los responsables de los puestos gastronómicos que se van “contentos” y “satisfechos” de esta primera edición.

“A Coruña tiene un buen público local y de turistas”, asegura  Juan Lamas de Silvereira. Un puesto de joyas elaboradas en madera e inspiradas en la tradición gallega. Cree que una de las claves de esta feria es que al público le gusta “que esté hecho aquí” y es que la característica de Made in Galicia es justo eso, materia prima autóctona y elaboración en Galicia.

“Es muy buena idea juntar gastronomía y artesanía”, apunta Lamas que defiende que este formato “es exportable a cualquier parte, porque la marca Galicia vende”.

En Solal y Xanceda, Ana Ramos coincide en que la feria “ha estado bien en su conjunto”. Su producto son mermeladas de Betanzos y lácteos de Casa Xanceda, que “son bastante conocidos, incluso la gente que viene de Madrid y Valencia los conocían”.

Cree que este tipo de productos atraen al público que le “gusta comer sano” y “aunque es más caro”, algunos clientes diferencia entre “una marca para la semana y otra para el fin de semana”.

En una línea muy similar se pronuncia Lucía Mosquera en su puesto “el aceite de Olei ha gustado mucho”. Junto a este líquido –además de A Rosaleira–, las conservas Chanquete llegaron a la feria para darse a conocer, puesto que “es un producto gourmet”. La feria ha ido “bastante bien en general”.

"Un poquito peor"

Peor suerte han corrido los libreros que acudieron a la feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Mercedes Doval, de O Recuncho (ubicada en avenida de Peruleiro) asegura que la feria ha ido “un poquito peor que el año pasado”. Parece que “el coleccionismo de libro que había antes, ha desaparecido”, para Doval, si se vende menos que hace unos años es que “la gente tiene miedo a gastar”.

Desde Valencia, Antonio Lorenzo monta el stand de el Asilo del Libro desde hace 27 años. “Las ventas van en la misma línea que el año pasado, quizá un pelín peor”. Coincide con Doval en que el coleccionismo ha disminuido “ahora la gente busca lo más barato y para salvar así la feria es difícil, porque el libro que teja más beneficio no se vende y los gastos son los mismos”.

Antonio Pariente (Valladolid), de Libros Pariente, se pronuncia en la misma línea que sus colegas de profesión. añade que “la primera semana se vendió mejor, pero en la segunda, cayó en picado”, pero, con todo, espera repetir el próximo año.

Los comerciantes de Made in Galicia cierran satisfechos esta primera edición

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