Los comerciantes cifran en un 3% el aumento del consumo en estas rebajas

A punto de cumplirse un mes desde que empezaron las rebajas, los dueños de los negocios hacen un balance positivo y valoran el cambio de actitud de los compradores que aún teniendo poder adquisitivo, se cuidaban de no gastar por temor a lo que pudiera venir. Miguel Agromayor, presidente de la Federación de Comercio de A Coruña, cifra en una subida del 3% los ingresos generados en el período de saldos, una realidad que hace pensar que las de este año están siendo mejores que las de 2014. 
El representante lo achaca a que los coruñeses han perdido el miedo generado por las noticias sobre la economía nacional y la bajada de la prima de riesgo. Esa incertidumbre fue la causa de que hasta ahora, este perfil de compradores optó por sacrificar caprichos a cambio de un ahorro que le permitiera subsistir en caso de que la crisis se agudizara: “Desde hace siete años, esta gente con dinero dejó de consumir”. 
Esta parte de la población es la que provocó una mejora que esperan siga acrecentándose en los próximos días: “Ahora gastan, con cautela, pero gastan”. El repunte se ve reflejado también en las inmobiliarias y el incremento tímido de la compra de pisos. Por su parte, el presidente de la asociación Zona Obelisco, Antonio Amor, destacaba que los hábitos de los coruñeses han cambiado y ya son pocos los que esperan al 1 de julio para adquirir productos con descuentos. 
La liberalización de las rebajas extiende los saldos a todo el año y esto conlleva a que los bienes de consumo bajen de precio al final de su temporada: “No es normal que los bañadores se rebajen en julio y sí en septiembre”. Es por eso que la gente más joven, que tiene controladas las tiendas, vaya a por las gangas en fechas salteadas y siguiendo las ofertas puntuales y no como se hacía antes, cuando la mayoría juntaban sus ahorros para comprar todo aquello que tenía fichado antes de los saldos. 
Por otro lado, Agromayor ve como principal enemigo el desempleo, que es la razón del bajo consumo que se da en la ciudad: “Si la gente está en el paro, difícilmente va a gastar dinero”. Es por eso que cree que por muchas iniciativas que lo fomenten, el consumidor que guarda cola en el Inem se cortará a la hora de usar la tarjeta de crédito: “El mundo está globalizado, pero en otras ciudades no hay tantas grandes superficies como aquí”, puntualizó el comerciante.