Colau y Ferreiro exigen más capacidad de acción y fondos para las ciudades

Colau y Ferreiro exigen más capacidad de acción y fondos para las ciudades
Seis alcaldes de España y Portugal analizaron las nuevas políticas urbanas | javier alborés

Las ciudades pisan fuerte y demandan un mayor protagonismo en esta nueva era poscrisis dentro de la red de administraciones públicas. En el Foro do Plan de Acción da Axenda Urbana del Eixo Atlántico, en el que también participaron políticos de otras ciudades al margen del Eixo, los alcaldes de Barcelona y A Coruña, Ada Colau y Xulio Ferreiro, reivindicaron el papel de las urbes como “a última trincheira” que realmente atiende a los ciudadanos. Con ese argumento demandaron el traspaso de más competencias y, en consecuencia, de una mayor financiación desde otras instituciones públicas.
Antes de sentarse en una mesa de debate con regidores de distintos colores y diversos países, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quiso dejar claro que “las ciudades concentran ya a la inmensa mayoría de la población en Europa y en todo el mundo y también concentran los principales retos globales”.

Para ella, este tipo de organizaciones poblacionales “son cada vez más protagonistas” pero eso no va aparejado a una evolución en todos los ámbitos. “En cambio somos las que menos competencias y menos financiación tenemos y, por lo tanto, hay que plantear una nueva gobernanza en la que las ciudades seamos reconocidas como actores principales”, exigió.


Colau lo planteó así por entender que ya asumen ese papel cuando los ciudadanos acuden a los ayuntamientos a resolver sus problemas con independencia de a quién corresponda cada competencia temática. Por ejemplo, al hilo de la necesidad de frenar el cambio climático, recordó que es en las grandes aglomeraciones urbanas donde se producen más emisiones por el tráfico rodado –entre otras cuestiones–, lo que hace fundamental “potenciar el transporte público”.
“Para hacer que haya una alternativa limpia y sostenible al vehículo privado hace falta financiación”, reflexionó. Su homólogo en la administración local coruñesa, Xulio Ferreiro, apostó por buscar nuevos modelos urbanos para unas localidades en constante crecimiento “e para isto se requiren elementos de gobernanza e financiación”.

El coche privado, un problema
En el debate posterior moderado por el secretario xeral del Eixo, Xoán Vázquez Mao, los seis regidores invitados coincidieron en que es una prioridad reducir el número de coches que pasan por los centros urbanos. Con representantes de Braga y Guimaraes analizando algunas de las circunstancias y políticas puestas en marcha al otro lado de la “raia”, el regidor de Plasencia, el popular Fernando Pizarro, contó cómo se eliminó la zona azul del casco histórico de su municipio.
Igualmente habló de la creación de una pequeña red de transporte urbano que se creó a modo de cooperativa dando empleo a 20 personas en riesgo de exclusión procedentes de la construcción o que nunca antes habían formado parte del mundo laboral. El alcalde de O Barco y presidente de turno del Eixo, Alfredo García, comentó que también en los municipios más pequeños el coche es un problema. Ellos tuvieron que reconducir la situación.

Mientras para Colau la gran preocupación para la sostenibilidad es el turismo descontrolado, Ferreiro apuntó a los conductores que llegan a diario desde fuera de la ciudad como el verdadero “problema” de tráfico y movilidad. No obstante, asumió que para reducir la presencia de coches particulares hay que dar alternativas.
Así, afirmó que se trabaja en un cambio en el transporte público de la ciudad. Ante un auditorio lleno incidió en que “este verán estará cumplido un proxecto de moitos anos para a peonalización da Cidade Vella” que vendrá acompañado de un plan de dinamización comercial. Asimismo se marcó el objetivo de “rexuvenecer” el vecindario.

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