11º-16º
miércoles | 17 abril | 2024
Se acercaba la hora de que comenzara el concierto de Melendi y las colas a las puertas del Coliseo avanzaban a un ritmo muy lento. Los ánimos comenzaban a caldearse entre el público y parecía que poca gente conseguiría estar dentro a las 22.30 horas, cuando comenzaría la actuación. El motivo: el nuevo dispositivo de seguridad que se iniciaba ayer en el multiusos y que obligaba a realizar un control exhaustivo en la entrada.
Finalmente, con apenas media hora de retraso, la música instrumental lo anunciaba y Melendi salía al escenario. Eran las 23.05 horas y las 8.500 gargantas que abarrotaban el recinto gritaban al unísono el nombre del artista y coreaban la letra de “Lista de enemigos”, encargada de abrir la esperada actuación. A la media hora se metía al público en el bolsillo colocando en su micrófono la bufanda del Deportivo. Desde primera hora de la tarde, miles de seguidores se agolpaban a las puertas guardando cola para conseguir un sitio privilegiado.
largas colas
El concierto de Melendi sirvió al Coliseo para probar la efectividad de su nuevo sistema de seguridad, que se estrenó con cierta controversia. Además de la obligada espera y de largas colas de varios centros de metros, algunos asistentes lamentaron que se perdiera tiempo en los registros personales y que no se hubieran abierto más puertas para agilizar las entradas.
Aparte de estos inconvenientes, no se registró ninguna incidencia grave, más allá de la decepción de algunos fans que, a pesar de su ilusión, no pudieron seguir el concierto desde el foso.
El nuevo dispositivo limitaba a 2.500 las personas que podrían acceder a la pista. Al cubrirse este cupo, el resto sería redirigido a las distintas gradas.
Se habilitaron dos entradas distintas, una medida que ya se había puesto en práctica en el concierto de Extremoduro. Así, quienes optaban por uno u otro acceso, también lo hacían por uno un otro tendido para seguir la actuación.
Una vez pasado el control de entrada, quienes accedían al foso eran identificados con una pulsera de color rosa para evitar que la gente pasara de una ubicación a otra. Otra novedad fue la adecuación de las tres salidas de emergencia desde el foso. Por detrás del escenario y en uno de los laterales, se acondicionaron tres túneles que permitían una evacuación inmediata en caso de que hubiera alguna emergencia.
También se había habilitado un nuevo sistema de megafonía que llegaría a todo el recinto si fuera necesario dar instrucciones. Todo el perímetro está señalizado con indicaciones fosforencentes para que fuera fácil encontrar la salida.
Con un público principalmente familiar en el concierto de ayer, se intentó, como señalaba el director del IMCE, Javier Rodríguez, “hacer que la gente se sintiera segura”. Más de 160 personas entre seguridad, acomodación, protección civil y control de accesos trabajaron en el recinto, además de agentes de Policía y Cruz Roja. Se repartieron unos folletos informativos, donde se indicaban las salidas de emergencia.
