El colapso del tráfico obliga a paralizar las obras en la avenida de Sánchez Bregua

El colapso del tráfico obliga a paralizar las obras en la avenida de Sánchez Bregua
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Las obras de Sánchez Bregua que comenzaron ayer provocaron un fuerte embotellamiento cuando los miles de vehículos que entran a diario en la ciudad a través de Alfonso Molina se encontraron con un cuello de botella compuesto por las obras de reparación del pavimento, que solo habían dejado libre un carril en cada sentido a la altura de los jardines de Méndez Núñez. El embudo no tardó en provocar un atasco, con tráfico muy denso y en sentido entrada desde las 10.00 horas. La situación se volvió insostenible y, dos horas después, los trabajos tuvieron que interrumpirse para aliviar el embotellamiento.
La Concejalía de Movilidad calcula en cerca de 50.000 los vehículos que recorren diariamente esa ruta, así que los embotellamientos eran algo de esperar, sobre todo porque apenas se anunciaron. Ahora los técnicos del área, que dirige Daniel Díaz Grandío, busca un horario alternativo que minimice las molestias y que no se repitan las incidencias. Sobre todo, porque el Ayuntamiento ha anunciado que las obras, que se centran en el pavimento asfáltico que cubre las juntas de dilatación, no concluirán hasta el viernes. Hasta entonces, no solo Sánchez Bregua, sino también el Cantón Pequeño, el Cantón Grande y la avenida de La Marina hasta la calle del alcalde Manuel Casas se verán afectados por los trabajos.   
 
cortes
Mientras que en Sánchez Bregua se produjeron retenciones casi inmediatamente, en la glorieta de los hoteles, que da acceso desde Matogrande a la carretera de Pocomaco estas fueron más puntuales, pero el motivo era el mismo: el estrechamiento de la calzada a un solo carril por sentido debido a unas obras.
Los trabajos en cuestión consisten en la construcción de una canalización en al calzada para recoger el agua de la lluvia. En un principio, se había anunciado que se mantendría la circulación en ambos sentidos, pero los trabajos obligaron a cortarla en alguna ocasión. 
El resultado fue que todo el tráfico que viajaba en dirección al polígono de Pocomaco tuvo que dar la vuelta en la glorieta volviendo a la avenida de Alfonso  Molina hasta llegar a la rotonda de San Cristóbal y, una vez allí, cambiar de sentido y acceder a la carretera de Pocomaco por el desvío frente al Carrefour. 
A medida que los vehículos se encontraban con el embotellamiento, la fila comenzó a desbordar el ramal de desvío y llegó a la avenida de Alfonso Molina, lo que obligó a gran parte del tráfico a desviarse directamente a san Cristóbal. 
En cambio, la circulación apenas se vio afectada por otros cortes, como la calle de Francisco Rodríguez Otero, en Labañou, por otra obra de canalización. Fue más determinante la lluvia, que provocó que cientos de personas escogieran el coche para desplazarse por el centro de la ciudad.
El tiempo inestable se mantuvo durante toda la jornada, con chaparrones intermitentes, pero los problemas de circulación experimentaron una mejora a lo largo del día, de manera que a partir de la siete de la tarde agentes de la Policía Local definían la situación como “bajo control”, a pesar de que el tráfico llegó a ser tan denso en el centro en algunos momentos como en los días pasados, durante la campaña de Navidad. Y a pesar de que es muy posible de que mañana vuelva a repetirse. n

El colapso del tráfico obliga a paralizar las obras en la avenida de Sánchez Bregua

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