La Cofradía ordenará los cantiles de amarre de la bajura para incrementar el nivel de seguridad

Una vez instalada en el muelle de Oza, la Cofradía de Pescadores está inmersa en varios proyectos para incrementar la operatividad y la seguridad de las instalaciones. Una de las iniciativas más ambiciosas será reorganizar las zonas donde se dejarán los aparejos de pesca para evitar que estos se acumulen junto a la zona de los amarres. Aunque parece una actuación sencilla, esta permitirá que los servicios de emergencia puedan acercarse más a las embarcaciones en caso de incidentes y facilitará el acceso a estas a las propias tripulaciones.
El patrón mayor de la Cofradía, Felipe Canosa, asegura que el colectivo quiere lograr la construcción de un aula de formación en la nueva sede, que ocupa una nave cedida por la Autoridad Portuaria en Oza. No obstante, tras las obras realizadas por el Puerto para adecuarles algunos espacios, los pescadores ya no se conforman y quieren “dignificar” por completo la infraestructura para lo que preparan un ambicioso plan “de ordenación y limpieza”. Canosa concreta que el objetivo es ordenar y controlar las herramientas de trabajo que dejan los armadores de los barcos de bajura junto a las líneas de atraque.
“Vamos a crear un depósito para el aparejo en el centro del cantil porque ahora está todo pegado al mar y no se puede andar por la zona, incluso los tripulantes tropiezan cuando quieren amarrar los buques”, incide.

acceso a todos los barcos
Precisamente por eso, además de adecentar la zona, la actuación –que se hará a medida que se vaya acostumbrando a los usuarios del muelle pesquero– servirá para garantizar el bienestar de todos los operarios. El representante del sector recuerda que hace unos años hubo dificultades para que una grúa accediese a un pesquero que se hundió. La nueva fórmula que pretenden implementar dará acceso a todos los barcos tanto ante incendios como ante averías.
Los aperos irán a parar al centro de cada pantalán o línea de amarre, de modo que en cada lado quedarán “entre 8,50 y 9 metros libres y también habrá zonas del mismo ancho para que los camiones puedan girar”.
“Esto permitirá que el entorno quede más limpio y ordenado y eso redundará en beneficio de todos”, destaca Canosa.
Por otra parte, la agrupación analiza la posibilidad de solicitar la “concesión en exclusividad” de una zona infrautilizada del recinto portuario para “el aparejo que pueda no estar en los cantiles”. En cuanto a las obras que acometió la Autoridad Portuaria falta la instalación de unos portales en la zona de las “chabolas” ubicadas en la entrada de la infraestructura para evitar los robos y aportar mayor tranquilidad a los armadores de bajura.