El COAG aplaude la lista de intocables de María Pita

El COAG aplaude la lista de intocables de María Pita
El Ideal Gallego-2017-02-05-011-0a015c60

La arquitectura habla y por eso, desde el COAG aplauden la propuesta del Ayuntamiento de introducir una serie de inmuebles y elementos urbanos que hoy en día están desnudos. Puede ser que arquitectónicamente, ninguno llame la atención, pero hablan de pasado como la rampa de mariñeiros de A Palloza, que baja hasta los años 30 para conectar puerto y urbe. Porque es imposible entender la ciudad sin el mar, al delegado del colegio en A Coruña, Roberto Costas, la lista le parece técnicamente correcta. Con ella, no quedaría ningún elemento a priori importante sin catalogar y se evitarían desapariciones como la del asilo de Adelaida Muro o la reciente “Casa Guzmán” madrileña. 
En el listado, “se siguen los criterios establecidos en el PXOM 2013 y Pepri 2015” y se incluyen conjuntos de viviendas como los bloques residenciales que trazó Manuel Gallego en Eirís, las de Claudio San Martín o las de Mariñeiros por su singularidad: “No es un listado excesivo. No veo que se esté dejando nada fuera”. Para el representante, “el progreso es esto, conservar lo que tiene valor y no pasar por encima y esquivar el peligro porque el peligro llega en cualquier momento y “por motivos económicos, muy alejados de la conservación del patrimonio, hoy no quedó ni una piedra del asilo”. 
La ciudad debería tener más conocimiento de lo que fue: “El pasado es memoria colectiva y un sentimiento de pertenencia”. En este punto, Roberto se va al punto contrario cuando  los organismos “sacan rendimiento a lo público, que es de todos”. A esas políticas, “hay que ponerle freno” porque “el negocio se hace en otros sitios, no con lo público”. 
De los edificios salvables, destaca el número 30-32 de Riego de Agua, de raza racionalista. Su compañero del colegio, Celestino García Braña, remarca la necesidad de incluir la lonja del Gran Sol, que ya fue recogida dentro del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural del siglo XX, editado por el Ministerio de Cultura en 2015. También celebra la idea de introducir urbanizaciones: “A veces nos fijamos en el edificio como edificio y es el conjunto el que refleja una época”. El informe se va hasta trechos históricos de Visma, la capilla de San Juan o fuentes do Corgo, de Monelos y Xubias de Abaixo. De este último barrio, rescatan el sistema de embarcaderos. La escuela Pablo Picasso, por la multitud de detalles que le quiso otorgar su padre Molezún, o el concesionario de la Citroën, como uno de los últimos de su especie en responder a la tipología industria-escaparate, son otros sobre los que piden protección. El Observatorio mira con recelo su momento de incorporarse al catálogo. Lo avala su posición en una atalaya y la escalera que le da continuidad con la calle Virrey Osorio. 
El laberinto de Atocha, maltratado por la posterior especulación, el Gurugú de A Falperra o determinados inmuebles de Os Mallos buscan un sitio resguardado en un mapa que no pasa de puntillas por el origen de la Sagrada Familia. Se detiene en el museo de Arte Sacro de la Colegiata, la lágrima de San Roque, una solución arquitectónica ejecutada con nota en el campo da Leña o el edificio que Fisac plantó en Fernando González. Así hasta más de 30 paradas. n

El COAG aplaude la lista de intocables de María Pita

Te puede interesar