La Ciudad Vieja es el barrio más amenazado por los fuegos eléctricos

Esta semana tuvo lugar un pequeño incendio eléctrico en la fachada de una casa en la calle de la Amargura, en la Ciudad Vieja. Los cables y la caja de conexiones situada en la fachada se ennegrecieron y se quemaron a la vista de los transeúntes. No fue más que un conato, pero sirvió para poner en evidencia el mal estado del sistema eléctrico en la Ciudad Vieja. Para el presidente del barrio, Pedro Roque, “es un síntoma del fracaso de las políticas de rehabilitación”. Expertos de los servicios de emergencias reconocen que, hoy por hoy, la Ciudad Vieja es el barrio de la ciudad con mayor peligro de fuego de origen eléctrico. 

Roque recuerda el fuego se que produjo en la calle Sinagoga, hace dos años. Se declaró en el piso superior de una especie de dúplex. En la zona de buhardilla del edificio de tres alturas se quemaron un par de habitaciones que eran totalmente de madera: desde el suelo a las paredes A día de hoy, recuerda el presidente del casco antiguo, la vivienda está todavía sin reparar, contribuyendo al abandono del barrio histórico. Y recuerda Roque que 24 horas antes, se habían desprendido cascotes de otro edificio de la Amargura. Pero si se pasea por las calles de la Ciudad Vieja se pueden descubrir en cualquier punto los cables recorriendo la fachada.   “Cuelgan los cables y las cajas. Hay edificios en estado de abandono y por eso pedimos una rápida intervención”. 

Consenso 
Para el portavoz de los vecinos de la Ciudad Vieja, no hay dificultad. Solo es necesario un consenso de los grupos políticos y vecinos y no hacer iniciativas diferentes o más planes, “Está todo inventado. Es cuestión de adaptarlo y buscar el dinero para hacerlo”. 

El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada apuntó esta misma semana que seguirán en sus líneas generales el plan que  el Gobierno de la Marea Atlántica dejó sin ejecutar: “El proceso de peatonalización era necesario y complicado de implantar, pero no se puede quedar solo en eso, hay que llevar adelante un plan más integral que aborde las mejores que se puedan hacer, con análisis para mejorar las posibilidades de comercio y de residencia”. Así que el plan “no será el mismo ni lo  cambiaremos. Hay unas bases sobre las que vamos a trabajar y pondremos en marcha los aspectos positivos y haremos los ajustes que creamos necesarios”.