La Ciudad Vieja critica las molestias que causan las continuas fiestas municipales

La Ciudad Vieja critica las molestias que causan las continuas fiestas municipales
La Feira da Cervexa fue un éxito de público, pero supuso una molestia adicional para los vecinos cuyas viviendas se hallan en la plaza de Azcárraga | javier alborés

Desde siempre, la Ciudad Vieja ha sido uno de los barrios que más atención reciben de los diferentes Gobiernos locales, que han tratado de reactivar de el casco histórico para evitar que decaiga. Todos han ensayado diversas políticas que han tenido más o menos éxito. Para el presidente de la asociación de vecinos, Pedro Roque, la gestión del Gobierno de Xulio Ferreiro se encuadraría en estas últimas. Roque parece convencido, después de los últimos eventos veraniegos, que los eventos organizados por la Concejalía de Fiestas suponen más molestias que beneficios.


Él pone el acento en los actos que tuvieron como escenario la plaza de Azcárraga y de la Constitución, que congregaron a cientos de personas con el siguiente aumento en el ruido. “Por ejemplo, cuando celebraron una batalla de DJ durante la Feira da Cervexa”, recuerda el portavoz de los vecinos del casco antiguo. Para los residentes de la plaza, la batalla, por incruenta que fuera, no se saldó sin víctimas.


De manera similar critica los conciertos callejeros que organiza de la Concejalía de Fiestas durante el verano, y que se suman a las molestias que ya tienen que soportar los vecinos de la Ciudad Vieja, como los debidos a la Feria das Marabillas, por ejemplo. Para Roque, reactivar el casco histórico no pasa por convertirlo en escenario de más fiestas.


Terrazas ilegales
Pero, más allá de las molestias de las que el Ayuntamiento es directamente responsable, Roque denuncia la dejadez en hacer cumplir las ordenanzas municipales en lo que se refiere a ruidos. “A la hora del vermú aquí no podemos comer tranquilos”, se lamenta, haciendo referencia a la gran cantidad de locales en la plaza de Azcárraga y de la Constitución.


“Hay una que tiene una terraza ilegal, enorme, pero el Ayuntamiento no ha actuado para solucionarlo”, añade.
Precisamente, este año entró en vigor la nueva ordenanza de terrazas, que marca en el suelo con chinchetas los límites que pueden abarcar mesas y sillas. Ordenanza que Roque asegura que no se cumple en la plaza de Azcárraga.


Más movida nocturna
El problema de los ruidos siempre afecta a la convivencia, pero el presidente de la Ciudad Vieja asegura que su barrio es especialmente sensible, puesto que la mayor parte de los edificios cuentan con un aislamiento deficiente, a lo que hay que añadir los problemas derivados del ocio nocturno, con varios locales muy activos y Roque sostiene que cada vez lo son más. Por su parte, desde el Ayuntamiento aseguran tomarse muy en serio este problema: ayer mismo se aprobó ampliar el plazo de tramitación de las multas por contaminación acústica de tres a seis meses para evitar que caduquen muchas de ellas, como pasaba hasta ahora.


Para el edil de Regeneración Urbana, Xiao Varela, el Ayuntamiento tiene la responsabilidad de buscar herramientas que hagan compatible el descanso vecinal con el “dereito de vivir a cidade plenamente”, y puso como ejemplo la regulación de terrazas en las calles del centro, que en su opinión “favorece o equilibrio” entre hostelería y ciudadanía.


Es de destacar que, el año pasado, las mediciones de ruidos positivas (y que conllevaron infracción) practicadas por la Policía Local en locales de hostelería fueron 23, mientras que las infracciones denunciadas por el interior de edificios que no acogían esta actividad en 2016 (como fiestas en viviendas privadas) fueron de 49.

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