La ciudad se ve inmersa en una nueva jornada de calor que provocó un lleno en las playas

La ciudad se ve inmersa en una nueva jornada de calor que provocó un lleno en las playas
Los arenales del Matadero y Orzán estuvieron plagados de bañistas | pedro puig

La ciudad vivió ayer una nueva jornada de calor que provocó que las playas se llenasen de bañistas mientras que otros ciudadanos y turistas optaron por lugares a la sombra como terrazas.
La temperatura máxima registrada durante el día de ayer se obtuvo en la estación meteorológica de Bens, en la que el mercurio alcanzó los 30,9 grados. Este es el tercer registro más elevado en lo que va de verano, después de los 33 y los 32,7 grados que hubo los días 5 y 2 de este mes, respectivamente. Sin embargo, la sensación de calor no fue tan agobiante en todos los puntos de la ciudad ya que las máximas en la Torre de Hércules y en el Dique de Abrigo fueron de 25,2 y 22, 7 grados.
A pesar de estas diferencias en la temperatura, la urbe se vio inmersa en una nueva de jornada de intenso calor, igual que sucedió en los últimos días. Esta situación continuará mañana prácticamente idéntica, mientras que para el jueves y el viernes bajarán algo las máximas y se prevén cielos nublados. De cara al sábado y al domingo, las temperaturas máximas seguirán bajando un poco más, pero en lo que se notará el cambio principalmente será en las mínimas, que para el sábado está previsto que sea de 12 grados.

Remedios
El calor que soportó ayer la ciudad propició que multitud de coruñeses y turistas se volcasen hacia las diferentes playas de la ciudad, dejando durante algunas pocas horas pocos espacios libres sobre la arena.
Pero el único remedio que buscaron los ciudadanos no fue solo la brisa marina o las frescas aguas coruñesas. Otros se decantaron por otras opciones bien diferentes como bebidas frías en terrazas, claramente aquellas ubicadas en sombra. Además, fue una gran jornada para las heladerías de la ciudad y las colas que se formaron en determinados momentos del día frente a estos negocios fueron considerables. Así, era difícil caminar por lugares como La Marina, la calle Real o la plaza de María Pita sin ver cada pocos pasos a alguien degustando un cucurucho o una tarrina con su correspondiente helado.
Las altas temperaturas que se están registrando estos días también durante la noche, y en coincidencia con unos días en muchos ciudadanos se encuentran de vacaciones, hizo que muchos estirasen la jornada hasta altas horas. l

La ciudad se ve inmersa en una nueva jornada de calor que provocó un lleno en las playas

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