La ciudad se revela como la más latina

La aguja del reloj aún no marcaba las diez. No llovía, pero lo haría más tarde así que los amantes de lo latino se anticiparon a la hora paraguas en mano. Porque nada ni nadie iba a impedir que el 13 de mayo danzasen “Vente pa’ca” en el Coliseum con Ricky Martin, sus seguidores guardaron una cola de culto hacia la rumba que se tiñe de electro.
En menos de dos horas bailando, pero alrededor del quiosco, se corría la voz. Ya no quedaban localidades numeradas y los presentes sin ticket se enfrentaban al destino y a su rapidez de actuación para ubicarse en posición privilegiada una vez pongan el pie en el multiusos que mira de refilón a Lavedra.

Cerca de la ventanilla de la plaza de Ourense, con la impresora encargada de emitir visados para un sueño echando humo, los fans del autor de “La mordidita” más cálida exteriorizaban sus nervios.

Algunos tenían que acudir al comodín de la llamada porque la fuerte demanda los divorciaba en el tendido medio y había que consultar si sus allegados aguantaban o no esa separación. Los más no titubeaban y decían alto y claro “con tarjeta” para embolsarse unas entradas que partían de los 50 y subían a 80 para los que eligieron la distancia corta con el puertorriqueño. En cuestión de seis horas, la ciudad lograba un récord.

Por vía internet y en el lugar que hace años se despachaban los mejores bocatas de calamares, no quedaba ni una sola entrada disponible. A la misma hora de la siesta se cubrió la papeleta, 360 minutos que colocaron a la ciudad como la más latina de las que podrán ver a Ricky en directo. En Sevilla y Valencia tardaron un día en conseguirlo. Después de que Marc Anthony causara estragos también en suelo coruñés con otro “no hay entradas”, lo de ayer confirmó el gusto de los que viven rodeados de agua salada por todo lo que tiene “flow”.

Es por eso que los referentes del momento no paran de desfilar por estas latitudes. Gente de Zona y Juan Magan matarán la sed el 24 de marzo en idéntico escenario.

En abril, llegará Carlos Vives y la primavera será, en definitiva, una gozadera para los que llevan estos ritmos en vena.