La ciudad se prepara para recibir cinco frentes de borrascas seguidos con una doble duna en Riazor

La ciudad se prepara para recibir cinco frentes de borrascas seguidos con una doble duna en Riazor
El Ideal Gallego-2019-12-13-008-fbc3ecca

Las excavadoras estuvieran trabajando ayer hasta el último momento en plena alerta naranja para dejar lista la doble duna de Riazor ante la serie de borrascas que azotarán la ciudad en los próximos días, aprovechando la marea hasta la pleamar de las cuatro y cuarto.  El Ayuntamiento quería que todo estuviera listo para recibir las olas de más de cinco metros de altura que se prevía que alcanzaran la costa, y el día anterior había enviado las excavadoras para levantar la duna, muy castigada por los continuos temporales que se han registrado en lo que va de invierno.

La duna fue reformada convirtiéndola en doble, con un foso entre las dos. De esta manera, las olas que consiguieran pasar la primera duna quedarían estancadas. No es la primera vez que se lleva a cabo esta disposición, que se usó el año pasado, pero esta temporada se había optado por una duna simple en un principio. Solo ahora, al recrudecerse el efecto en el mar de la borrasca, la Concejalía de Medio Ambiente ha optado por reponer la duna doble.

Frentes sucesivos

Las olas que se esperan podrían llegar a alcanzas los seis metros de alto, lo que supone una diferencia significativa con respecto a las de la última alerta naranja, cuando alcanzaron los 4,7 metros, y han venido acompañadas de fuertes vientos y precipitaciones importantes, como reconocen desde la Agencia Española de Meteorología (AEMET). Su delegado en Galicia, Francisco Infante,  advirtió que durante todo el fin de semana la ciudad será alcanzada por frentes sucesivos.

360 metros
de longitud tiene el obstáculo de arena que protege el Paseo Marítimo de los embates del Atlántico

“Lo que tenemos es una borrasca que envía cinco frentes”, explicó Infante. La gran borrasca se encuentra lejos, al norte de Irlanda, pero a pesar de la distancia, a Galicia le afecta el sistema frontal asociado a ella. “Es una situación compleja porque hay un montón de núcleos de baja presión formando una gran borrasca, en el Atlántico norte. Estos grupos son secundarios y giran con respecto a uno de los otros”, se explaya. Esto provoca que la borrasca se mantenga en una posición estacionaria, en vez de desplazarse hacia el este.

Sobre todo,  la borrasca genera mar de fondo donde se concentran los núcleos, allí hay vientos muy fuertes que llegan a la costa en forma de  ondas de más de cinco metros. “Estaremos en aviso naranja en el mar todo el fin de semana. Y en tierra hemos tenido avisos amarillos”, comenta.

“Las vamos a sufrir durante unos cuantos días, porque no se desplazan y son grandes, extensas. Si alguien se piensa que va a dejar de llover y va a salir sol, se equivoca. Es probable que no se vaya a ver durante toda la semana que viene”, advierte Infante.

La ciudad se prepara para recibir cinco frentes de borrascas seguidos con una doble duna en Riazor

Te puede interesar