“En esta ciudad no se llega al volumen de licitaciones que sería adecuado”

“En esta ciudad no se llega al volumen de licitaciones que sería adecuado”
Balboa reivindica la necesidad de que los políticos consensuen un modelo de ciudad hacia el que caminar quintana

Dirigir a los jóvenes empresarios coruñeses en tiempos de crisis se antoja harto complicado, pero Marcos Balboa –en colaboración con su junta directiva– lo está haciendo lo mejor posible. Tanto es así que sus iniciativas empiezan a mostrar resultados esperanzadores en medio de una alta mortandad de pequeños negocios.

Está a punto de cerrarse 2016. ¿Cómo ha ido el año para AJE?
Hay que reconocer que hemos hecho muchos de los objetivos que teníamos. Hemos cumplido metas y aparte hemos regenerado, cambiado y modificado la forma de trabajar y de exponer la asociación. Podríamos decir que le hemos dado una vuelta de 90 grados.

¿Se refiere a la creación de grupos sectoriales internos?
Sí, nos hemos ido especializando, por segmentos y sectores, según las necesidades comunes que tenían unos clientes y les estamos dando un servicio más personalizado. Nos ha dado juego para que sectores que a veces no se veían complementarios trabajen el conjunto y con esto algunos asociados están mejorando sus facturaciones.

¿Se están notando resultados tan rápido?
Poco a poco, pero sí. La gente que está colaborando gracias a venir a estos intercambios está facturando más. Ellos mismos nos lo dicen. Lógicamente no es el núcleo de sus ingresos pero es una forma extra de conseguirlos.
¿Y el resto de metas? ¿Qué objetivos se marcan para 2017?
De los proyectos que teníamos pensado lanzar este año hemos lanzado unos cuantos y nos faltan algunos que no hemos sido capaces, pero ya tenemos preparados otros dos que estaban en la recámara y que tienen fecha de lanzamiento. En enero vamos a tener dos programas muy amplios y con una repercusión muy grande dentro de los asociados, pero no se puede adelantar nada.

¿Mantiene aquel fin primigenio de buscar clientes para los asociados?
Es en lo que seguimos con todo esto. Hemos empezado un proyecto de turismo y hostelería que estamos afinando, pero, como muchos de nuestros programas, tiene un alcance a cuatro o cinco años y requiere su tiempo de puesta en funcionamiento. También tenemos una colaboración con AJE Ferrol y con los polígonos industriales que comenzó en As Pontes y estamos contentos con el resultado, porque están surgiendo mejores facturaciones y también contratos.

En paralelo a su labor... ¿Los bancos están apoyando con crédito a firmas coruñesas?
Algo se está moviendo, pero seguimos teniendo el problema de que los bancos españoles son patrimoniales, es decir, te dejan dinero en función de lo que puedas avalar. Ellos no avalan proyectos ni son de gestión como los americanos o algunos alemanes que, cuando les llegas con un buen proyecto, te dejan parte del capital y entran dentro de la empresa como “partners” para desarrollar el proyecto. Es una vuelta de tuerca que, antes o después, se va a producir aquí porque si no la asumen los bancos locales lo harán los que vengan de fuera, sean físicos o a través de internet. Hay empresas coruñesas que empiezan a trabajar con estas entidades. Otra opción es el “crowdfunding”.

Pero en ese caso la mayoría de las ideas no salen adelante.
Ni salen todos los proyectos ni tienen porqué salir. Tienen que salir aquellos que casen con un inversor adecuado. Uno de los problemas que intentaremos arreglar desde AJE es que ambas partes se entiendan.

A finales del año pasado anunciaban la inminente creación de grupos de “business angels” en la ciudad, ¿qué ha ocurrido con esa vía de financiación?
Estamos trabajando en ello porque es otro de los proyectos que no se hacen de un año para otro. Tenemos el problema de que somos muy cortoplacistas y estas cosas van con mucha calma porque hay que involucrar a mucha gente. Estamos buscando a esos inversores ideales con el Club Financiero Atlántico y el de Santiago. Todos estos movimientos son muy lentos, y en Galicia mucho más por la desconfianza que tenemos. En Madrid, Barcelona o Valencia el proceso es distinto.

Según lo plantea, todo comenzará a plasmarse cuando se acabe su mandato...
Puede ser, pero entendemos que los proyectos de más calado son los de medio plazo. A veces les pedimos a los políticos que no piensen en clave de cuatro años y tenemos que dar ejemplo.

En relación a la política. ¿Aún detectan una parálisis en el Ayuntamiento coruñés como denunciaron en su día?
Con la Marea entendemos que hay ámbitos que han ido mejorando y otros en los que no se ha notado esa mejora. Por ejemplo, tenemos unos problemas tremendos de licitaciones porque en esta ciudad no se está llegando al volumen adecuado y sigue habiendo problemas con las licencias. Es cierto que se ha avanzado algo, pero seguimos teniendo problemas que retrasan la contratación y temas empresariales. Para nosotros el programa electoral es un contrato que se tiene con la ciudad y nos gustaría ver como muchas cosas se llevan a cabo y que no se espere al último año para hacerlo. Además, y esto ocurre desde hace mucho tiempo, seguimos sin una idea de ciudad que compartan todos los grupos.

¿A qué se refiere?
Nosotros estamos construyendo a más largo plazo y nos gustaría ver que hay un proyecto troncal de ciudad en el que quede claro qué queremos ser con respecto al resto de urbes. Barcelona tiene claro que es la ciudad europea dentro de España, Madrid es la monumental... La pregunta que me hago a veces es: ¿Qué queremos ser de mayores? ¿Qué turismo y qué empresas queremos desarrollar, quitando a Inditex que por suerte la tenemos aquí?

Quizá plantea algo que no se ve desde Francisco Vázquez.
A mi entender él tuvo sus luces y sus sombras pero, estés o no de acuerdo, su política de ciudad tenía un hilo conductor. Hablaba del Paseo Marítimo, de los museos y sabías a donde quería ir.

“En esta ciudad no se llega al volumen de licitaciones que sería adecuado”

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