El cierre de la avenida de la Habana por las obras de Riazor complica el tráfico en el Paseo Marítimo

Los conductores se encontraron ayer con la avenida de la Habana cerrada al tráfico, lo que provocó retenciones y circulación lenta en el Paseo Marítimo y Peruleiro, vías que soportarán el grueso de vehículos mientras dure la reforma de las cubiertas del estadio de Riazor. La situación empeorará mañana cuando la calle paralela, la avenida de Manuel Murguía se cierre a partir de las 08.00 horas desde el cruce con Almirante Cadarso. En concreto, dejarán de circular vehículos en los dos carriles de entrada cara el Paseo Marítimo y uno de los de salida, el más próximo al recinto.
A su vez, no se puede girar a la izquierda en Eduardo Dato si los usuarios proceden de Calvo Sotelo y el Paseo. Para mantener la circulación en dirección entrada, esto es, a la avenida de Buenos Aires y la plaza de Pontevedra, se ha suprimido el estacionamiento en la vía y se han instalado semáforos temporales para reducir el tiempo de paso. En la avenida de Manuel Murguía se prohibirá desde mañana el acceso a Almirante Lángara, pero se mantendrá el de la calle de Pedro Ferrer así como el aparcamiento de la Casa del Agua.

Por otra parte, los autobuses modificaron su ruta adaptándose a las zonas taponadas. Serán tres, 3, 3A y 7 las líneas afectadas, que llevarán pasajeros por el Paseo Marítimo hasta Las Esclavas, continuando por Manuel Murguía para incorporarse a su itinerario habitual en Paseo de Ronda-Almirante Lángara. En su recorrido temporal, las paradas provisionales se sitúan en el Playa Club y Manuel Murguía-Esclavas. La línea 7, por su parte, irá desde Gregorio Hernández, por la avenida de La Habana hasta la de Buenos Aires dejando y recogiendo a usuarios en Habana, 25 y en Habana con Pérez Lugín.