Cientos de artesanas participaron en el quinto encuentro “Terra Meiga”

Cientos de artesanas llevaron su arte de viaje, en concreto, al pabellón de los Deportes para trabajar por un día en compañía y celebrar su condición de fabricar con las manos en la quinta edición del encuentro multilabores “Terra Meiga”, impulsado por la asociación que lleva el mismo nombre.
Hasta el frontón de Riazor donde se golpea la pelota a diario se desplazaron reinas de la calceta, expertas en el encaje de bolillos y embajadoras de la técnica de patchwork dispuestas a compartir una labor que normalmente practican solas. 
De esta forma, la reunión sonó al ruido que hacen los bolillos al golpearse unos con otros y el “run run” de los presentes, que aprovecharon la jornada para conocer a otras amantes del encaje. Por la cita también se pasó la directora xeral de Comercio, Sol Vázquez, y la gerente de la Fundación Centro Galego da Artesanía e do Deseño, Elena Fabeiro. Ambas representantes hablaron con las que producen país que se viste y se lleva de paseo, un importante número de profesionales palilleiras y aficionadas, que se sentaron en la misma mesa que las especialistas en calceta y centón.
El programa de actividades del encuentro, que contó con la colaboración del Gobierno autonómico, estuvo abierto al público en general y se completó con distintas demostraciones que acercaron la técnica a los curiosos que decidieron gastar su ocio en la tradición. 

exposición
Además, el espacio acogió una exposición de piezas de encaje y el colectivo reservó también un apartado dedicado a la venta de hilos, telas, alfileres y otros útiles con el fin de satisfacer las necesidades de los asistentes al evento artesanal.
Desde la consellería destacan su respaldo a este tipo de eventos a través de la Fundación Centro Galego da Artesanía e do Deseño. Señalan que el objetivo pasa por promover el interés de la ciudadanía de cara al sector artesanal en su conjunto y especialmente al encaje gallego, una de las actividades de mayor tradición en Galicia. Por su parte, Terra Meiga quiso mostrar a los de dentro y fuera de la ciudad el proceso y exaltar el producto resultante, que no entiende de series y que lleva la etiqueta de exclusivo. 
El encuentro sirvió para desplegar de paso las últimas tendencias que se dan en el sector. Las artesanas pudieron asimismo intercambiar formas de hacer en un tatami distribuido en filas. 
En este sentido, los curiosos se acercaron al pabellón para ver un trozo de patrimonio en movimiento en una puesta en escena poblada de grupos venidos de distintos puntos de Galicia y que confirmaron con su “traqueteo” que los bolillos tienen futuro ya que la almohadilla o las agujas de ganchillo son un elemento fijo del paisaje en muchos hogares entre Pedrafita y Corcubión. 
Complementos, manteles, prendas y collares salieron al ruedo después de una jornada en la que además de platicar, las musas de la artesanía no dejaron de crear.