El Chuac lidera con 29 trasplantes cardíacos el ranking nacional de 2016

Hay casos en los que tres centros no superan los 20 trasplantes cardíacos. El Chuac lidera la lista con 29, igualado con La Fe de Valencia, que forman parte de los 235 totales realizados en 2016, una cifra que les hace bajar puestos con respecto al año anterior, pero que les lleva a obtener el tercer registro más alto de su historia desde 1981. El coordinador de trasplantes, Antón Fernández, señala que esto se debe a que fue un año muy propicio para este tipo de operaciones y que el resto de hospitales superaron las medias.
El especialista destacó que de los 114 trasplantes renales, 26 fueron de donantes vivos, en un informe donde figuran 48 hepáticos, 39 pulmonares y cinco de páncreas. Sin embargo, la tasa negativa de donantes familiares crece y se sitúa en un 33%, muy por encima del 15% nacional.
Esto es razón de peso para establecer una mayor comunicación con las familias porque a pesar de que reciben órganos de otras comunidades y el intercambio es mutuo, se necesita activar conciencias de cara a mejorar la calidad de vida de los que dependen de una lista de espera. Eso y seguir dando pasos en la consolidación de la donación en asistolia controlada y en el desarrollo de protocolos de detección de donantes extra-UCI.

cultura mortuoria
El porcentaje de negatividad es el más alto de España. Fernández apunta a la cultura mortuoria que se respira en el país como la causa principal, que lleva a los parientes a optar por la integridad de los cuerpos: “También hay miedo a la muerte cerebral”. En el rural, es donde impera esta actitud a diferencia de las ciudades, en las que el resultado es positivo. Otro dato preocupante es la edad del que cede sus vísceras. El 41% supera los 60 años y no hay ningún donante por debajo de los 30, lo que da una media de 55 años. Aunque la base se tambalea sí es cierto que las listas de espera no aumentan, según el médico, que coloca a cuatro aguardando por corazones, 24 por pulmones, 32 por hígados, 16 por páncreas y 199 por riñones. Si bien menos los renales, la incertidumbre es muy variable, sobre el trasplante más solicitado, Fernández indica que a los 199 se les puede dar una vuelta en año y medio.
Con todo y eso, la mortalidad de los que no llegan a esa camilla quirúrgica baja. Los pacientes que esperaron en 2016 por un corazón y se murieron antes de la operación suponen un 2,9%, los de riñón descienden a un 1,4% y los enfermos hepáticos fallecidos fueron un 1,1% del total. El equipo médico salienta la necesidad de combatir el “no” por respuesta: “Uno de cada tres gallegos deciden no donar”, aseguró Jose Manuel Vázquez Rodríguez, jefe del servicio de Cardiología.