El cerco subastó 60.000 kilos de sardina, que alcanzó los nueve euros en la lonja

Tardó, pero al final la sardina se dejó ver en la lonja coruñesa. El cerco descargó ayer unos 60.000 kilos de esta especie para cerrar las subastas hasta después de San Juan. El abastecimiento del lunes en El Muro y en las plazas y demás pescaderías dependerá, por tanto, de lo que consigan capturar los barcos que se dedican al arte del “xeito”. En lo que respecta a ayer, las cajas de 15 kilos llegaron a alcanzar los 140 euros y el kilo llegó a los mercados con un precio similar al del año pasado.
Tras varios días de escasez de sardina en la lonja –el miércoles tan solo llegaron 300 kilos– ayer los pescadores del cerco animaron un poco las subastas. Según Marcos Alfeirán, armador del Safón y portavoz de los cerqueros en la ciudad, “descargáronse máis ou menos 4.000 caixas de 15 kilos cada unha”. Así, una simple multiplicación aclara que se movieron 60.000 kilos. Sin embargo otras fuentes aseguran que la cantidad fue la mitad, es decir, 30.000 kilos.

unas 70 embarcaciones
Con una u otra cifra se sobrepasó con creces la pesca de días previos. No en vano, según Alfeirán, “malia que na cofradía estamos censados cinco barcos na Coruña hoxe [por ayer] traballamos entre 60 e 70”.
Hasta la ciudad se trasladaron embarcaciones de puertos como Portosín o alguno de Lugo con la intención de aprovechar el tirón de la festividad de San Juan. De hecho, el interés se dejó notar porque “o resto do ano” solo operan en El Muro entre 50 y 60 embarcaciones.
Con tal crecimiento en el número de capturas los pequeños negocios pudieron comprar algún kilo de sardinas, aunque la mayor parte de la mercancía se trasladó a cámaras de grandes superficies y a Portugal.
En el caso de los minoristas, las pescaderas de la plaza de Lugo y San Agustín comentan que unas cajas (de 15 kilos cada una) se vendieron a 120 euros, mientras que otras subieron hasta los 140. El precio medio del kilo rondó los nueve euros, si bien tocó los puestos con uno más elevado tras sumar el IVA, la carga y descarga y otros gastos a incluir.
Los costes de cara al consumidor fueron similares a los del 2013 por estas mismas fechas pero aún así muchos ejemplares no salieron de los mostradores.  Muchos clientes criticaron el precio y repararon en que hasta el lunes por la noche y el martes el género podría estropearse.
De hecho, en previsión de que eso ocurriera algunos placeros optaron por renunciar a conseguir ingresos gracias a esta antigua tradición gastronómica. Eso sí, bajarán a la lonja en la madrugada del lunes para intentar comprar la poca mercancía que consigan subir los pescadores del “xeito”. n