9º-16º
miércoles | 24 abril | 2024
c.r. > a coruña
Lo que debería haber sido una jornada laboral normal para unos mariscadores ayer se vivió como un día especial por los miembros del pósito coruñés ya que era la primera vez en cuatro años que se vendía molusco procedente de la ría de O Burgo. Pero no fue fácil, los trabajadores tuvieron que estirar las seis horas que les permite faenar el plan de explotación al día para lograr llegar a los cupos, que en muchos casos no se cubrieron. Pese a ello, en total, se vendieron 396 kilos de almeja de diferentes tipos y otros 24 de berberecho a cuatro empresas depuradoras a un precio acorde con el mercado.
En concreto, la almeja babosa, la más abundante con 219 kilos, se vendió a 11,80 la primera parada y a ocho y seis euros, las siguientes. Los 29 kilos de japónica que se consiguieron alcanzaron los cinco euros, mientras que la más apreciada, la almeja fina de tamaño grande, logró los 21 y 20 euros el kilo, la mediana, en cambio, los 12. Por su parte, el berberecho se vendió a cuatro euros el kilo, los 24 que se extrajeron.
El patrón mayor, Manuel Cao, valora como buenos los precios alcanzados en esta subasta, teniendo en cuenta el momento de crisis actual. De hecho, el portavoz de la cofradía y mariscador de a flote se interesó el día anterior por el precio que estaba alcanzando el molusco en el mercado y afirma que están equiparados.
Existencias > Las dudas están en la cantidad de bivalvos que hay en los bancos. Ayer en el punto de control y pesaje de As Xubias en el que se vende el marisco bajo el Materno Infantil eran muchos los profesionales que denunciaban la escasez de ejemplares. De hecho, algunos de ellos no llegaron a agotar los topes por jornada que establece la Consellería do Mar: 10 kilos para la almeja babosa, siete para la fina, dos para la japónica y 10 para el berberecho.
Despois de catro anos cerrada tiña que ser fácil, declaraban los trabajadores. Antes en tres horas xa se collía o tope, denunciaba otro. En cambio, Cao no coincide con esta versión. Marisco hay, dice, y cree que el único problema podría estar en el tamaño. De hecho, la cofradía de A Coruña está presente en la reclamación de rebajar la talla legal de la babosa a los 35 milímetros ahora mismo está en 38 para este tipo, 40 la japónica y la fina y 28 milímetros para el berberecho. La babosa no alcanza, denuncia el patrón, que tuvo que descartar gran cantidad de molusco por no alcanzar las medidas exigidas.
La agrupación de a pie es la más preocupada por la cantidad de recursos que pueda haber en sus bancos, porque son a los que acuden los furtivos. Para ello, varios miembros de la directiva acudieron ayer a la subasta para ver los ejemplares y conocer los precios a pesar de que su colectivo no empezará a trabajar hasta el lunes. En concreto, serán 85 personas, la mayoría mujeres, las que se volverán a ver faenando en los arenales de O Burgo, una cifra muy diferente a la de 2007, cuando se cerró el estuario y había censadas 117 mariscadoras.
Ayer fueron 42 profesionales los que integran el colectivo de a flote los que podían iniciar la campaña, pero no todos lo hicieron. Según explica el patrón mayor, algunos compañeros prefirieron dedicarse a otras artes, como las nasas.
Ahora, estos profesionales trabajarán todos lo días laborales hasta cubrir las 45 jornadas que contempla su plan de explotación, aunque el objetivo de la cofradía es que se les permita alargar la campaña hasta el 31 de diciembre. En el caso de los mariscadores de a pie trabajarán cinco días al mes hasta que termine el año y otras diez jornadas las dedicarán a las labores de mantenimiento de los bancos que son subvencionadas por la Xunta a 750 euros mensuales por persona.
Por otro lado, la cofradía pretende llegar a un acuerdo con la empresa propietaria del camión de queroseno, para que les indemnice por las tres semanas que el colectivo ha tenido que paralizar su actividad. Para ello presentarán una reclamación patrimonial a los abogados de la compañía.
