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miércoles | 24 abril | 2024
El tiempo no acompañó del todo, y cayó un buen chaparrón horas antes, pero, a pesar de ello, los jardines de Méndez Núñez se llenaron de jóvenes dispuestos a pasarlo bien, muchos de ellos disfrazados. Todo, bajo la atenta mirada de la Policía Local, que contó a 2.000 personas, lo que convirtió el botellón de la noche del jueves en uno de los más multitudinarios del año. Al día siguiente, las grandes cantidades de basura que se recogieron fueron un mudo testimonio de ello.
De hecho, la combinación de lluvia y la saturación de la zona provocó que muchos jóvenes abandonaran los jardines de Méndez Núñez para apostarse en los soportales de Afundación o de la ONCE, donde continuaron con su celebración alcohólica. Algunos llegaron tan lejos como la calle Real, donde dejaron sus litronas y bolsas de plástico, aunque no tantos como delante del monumento a Concepción Arenal y su fuente, de donde lo recogieron los servicios de limpieza en el dispositivo especial del día siguiente.
Sin apenas denuncias
También la Policía Local reforzó su dispositivo de vigilancia, que rondó los nueve efectivos. Sin embargo, apenas hubo actuaciones: tan solo se descubrió a un menor bebiendo al que, como es normal, condujeron a presencia de sus tutores, que tendrán que hacerse cargo de la correspondiente multa. Pero no se impuso ninguna sanción por orinar en al calle, una infracción contra las ordenanzas municipales de limpieza viaria de la que se han servido los policías locales para tratar de desanimar a los asistentes al botellón.
Hay que recordar que Halloween siempre es uno de los botellones más importantes del año. En todo caso, la enorme asistencia de ayer prueba que el fenómeno sigue muy vivo entre la juventud coruñesa y eliminarlo resultará todo un desafío para la alcaldesa. Inés Rey ha declarado en varias ocasiones que quiere eliminar esta fiesta alcohólica y convertir en Bien de Interés Cutural (BIC) los jardines.
La regidora aseguró que la actuación municipal será “clara y firme” para acabar con una práctica que considera perjudicial para la salud de los jóvenes, sin olvidar el daño que provocan a las especies botánicas del jardín, un importante patrimonio de la ciudad donde crecen plantas exóticas traídas de todo el mundo. Una muestra de esta firmeza es el dispositivo de la Policía Local, que comenzó el día del Pilar, con la intención de que los jóvenes se sientan “menos cómodos”. Sin embargo, han resultado ser bastante resistentes a las indirectas.
Por otro lado, también se mantuvo la presión policial en los locales de ocio nocturno, sobre todo los del Orzán, ante las repetidas quejas de los vecinos de la zona por los ruidos y peleas.
