El Centro Tecnológico de Formación se convierte en un referente mundial

El Centro Tecnológico de Formación se convierte en un referente mundial
El Ideal Gallego-2014-10-16-007-152aa132_1

Los nuevos equipos incorporados al Centro Tecnológico de Formación (CTF) por la Fundación Amancio Ortega convierten al vivero que engendra especialistas en un anexo al hospital Teresa Herrera en un referente mundial. Los nuevos instrumentos que vienen a completar lo que ya había servirán para mejorar la práctica de técnicas quirúrgicas microscópicas e intervenciones mínimamente invasivas, a través de máquinas anestésicas y radiología intervencionista de primer nivel, que permitirá al alumno tener un entrenamiento previo con tecnología puntera antes de actuar sobre el paciente.
Con una inversión de dos millones de euros por parte de la entidad colaboradora gracias a un convenio que ambas partes firmaban en 2005, el espacio formativo crece y de iniciar su trayectoria con simulaciones con animales y actores, pasa a hacer uso en la actualidad de programas virtuales en los que el jugador habitual de la Play Station juega con ventaja.
El coordinador del centro, Javier Aguirrezabalaga, explicaba que a través de las pantallas, los aprendices pueden llevar a cabo endoscopias digestivas o cirugías abdominales con la única diferencia con la realidad de que solo trabajan con dos dimensiones. La tercera desaparece, pero el aparato dispone de cierto grado de tacto y procesa la información de manera que pone nota como si fuera un paciente sometido al conocimiento de un cirujano. Se queja y sangra si la operación no transcurre por los parámetros adecuados.
Para el experto, “esto no es el futuro, es el presente” en un edificio formativo, que presume de tener un equipo anestésico único en Europa con tres arcos quirúrgicos, una cantidad que no iguala ningún otro centro del viejo continente. Por otra parte, la microcirugía de la que el director general de la Fundación Amancio Ortega, Óscar Ortega, denotaba ciertas carencias se coloca en el primer puesto del ránking nacional con la disposición de mecanismos, que permiten manejar catéteres visualizando todo el recorrido que realizan hasta llegar a su destino final.
Esto se consigue gracias a la puesta a punto de un habitáculo con diez estaciones de trabajo, dotadas de microscopios adaptados a cada especialidad clínica, que hacen que el alumno viaje por el cuerpo a través de los vasos sanguíneos y nervios en el caso de la cirugía más pequeña y opere un oído sin utilizar bisturí. Mediante una plataforma digital de alta definición, los pasos del usuario quedan inmortalizados para una supervisión y evaluación posteriores.
En cuanto a técnicas intervencionistas, los que acudan al centro asimilarán nuevas formas de inserción periférica válidas para la cirugía vascular, cardiología y neurorradiología y se meterán en el aula polivalente sabiendo que en un mismo día podrán realizar una resucitación cardiopulomar o insertar una prótesis. Se trata de coquetear con la multidisciplinariedad a través de ocho camillas por las que irán rotando para hacer de la formación, un período lo más parecido a la realidad.

El Centro Tecnológico de Formación se convierte en un referente mundial

Te puede interesar