El centro encabeza la recuperación del comercio con decenas de aperturas

Algo cambia en el centro cuando cada vez son más los escaparates de los que desaparecen los carteles de “Se alquila” o “Se vende” y se cubren de papel decenas de cristaleras que quieren guardar lo que hay en el interior como una sorpresa hasta el último momento. Los comerciantes afirman, con echar la vista seis meses atrás, que la recuperación del sector (agrupando a tiendas y hostelería) en su zona es casi una realidad aunque vaya un poco despacio. Entre Distrito Picasso y la Zona Comercial Obelisco han abierto en lo que va de año cerca de un centenar de negocios, que han servido para compensar los cierres e incluso dejar un remanente en positivo de locales abiertos.
De “pasada”. Así califica el presidente de la Asociación Zona Comercial Obelisco, Antonio Amor, la creciente apuesta por el autoempleo para estrenar iniciativas diferentes en el entorno. Aunque algunos de los llamados emprendedores se den el batacazo, otros son los que se atreven a ocupar su lugar. Y parece que poco a poco se va incrementado el número de los que sobreviven a los primeros meses.

nuevas propuestas
Tanto los colectivos de autónomos como las federaciones comerciales reconocen desde hace meses que la falta de experiencia podría conllevar una nueva ola de cierres dentro de dos o tres años, pero de momento la instalación de negocios solo es interpretada en positivo.
De hecho, uno de los efectos de que se vuelvan a completar los huecos en los puzzles de las principales zonas de compras y ocio de A Coruña es que también se incrementa la afluencia de público buscando nuevas propuestas.
“Hay empresarios que apuestan por la autofinanciación a través del paro y hay gente que está peleando un alquiler meses hasta que el dueño del local se lo baja como dictan los tiempos”, afirma Amor, que destaca que no solo abren establecimientos capitaneados por personas que están en situación de desempleo. “También se nota que los bancos empiezan a aflojar dinero poco a poco”, indica, aludiendo a la pequeña apuesta por diversas ideas de servicio a los coruñeses que fluye aunque mantengan parte de sus reservas.
“El resultado final de todo esto es que el centro se va llenando e incluso se mueve lo que no es el centro, porque han inaugurado y se ven obras hasta en A Falperra”, refrenda. También su homóloga en Distrito Picasso, Belén Chaver, comienza a notar movimiento en inmuebles y bajos que llevaban varios años cerrados. Para prueba, algunas de las aperturas en Rosalía de Castro (casi en el cruce con la calle de Betanzos). “Está siendo un goteo constante: tiendas especializadas en juguetes, de cigarros electrónicos, pastelerías, de regalos de boda...”, comenta.
“Es cierto que cierran algunas pero vamos a toda pastilla y eso es lo mejor que le puede pasar a A Coruña porque estamos empezando a remontar y no solo en la hostelería, sino también en el comercio, afortunadamente”, opina Chaver. Habla de alguna zapatería y otras tiendas de ropa que se han animado a intentar reconquistar al ciudadano.
Para Amor, lo más satisfactorio en lo que va de año es que, frente a esos cierres puntuales, se ha pasado “de la apertura de 40 comercios fácilmente”. “Es constante y hay varias reformas en proceso: mucha hostelería con nuevas ideas mientras que el textil come menos espacio”, dice respecto a su entorno.
Por su parte, en Distrito Picasso calculan que tranquilamente habrán abierto unos 30 establecimientos aunque se hayan marchado algunos con solera.