El centro de baja exigencia produce división entre los vecinos de Monte Alto

El centro de baja exigencia produce división entre los vecinos de Monte Alto
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El centro de baja exigencia para sintecho que el Gobierno municipal tiene previsto inaugurar en las próximas semanas en los arcones de Orillamar está generando división entre los habitantes del barrio. Hace unos días, la agrupación vecinal mostraba su receptividad con este proyecto, pero ayer en el “Dillo ti” un grupo de personas residentes en este barrio mostraron su malestar y pidieron al equipo de gobierno que se lo lleve a otra zona de la ciudad porque provocará inseguridad.
Un grupo de vecinos del barrio acudió ayer al encuentro con los miembros del Gobierno municipal para mostrar su total desacuerdo con la ubicación elegida para este centro y reclamaron que se busque otro emplazamiento.
Sus críticas se centraron en que la implantación de este proyecto en el barrio podría conllevar la creación de un “gueto” si se quedan los sintecho durante todo el día en la zona, lo que a su vez consideran que podría provocar un aumento de la inseguridad ciudadana y la delincuencia.

Explicaciones del gobierno
El debate se caldeó bastante cuando el alcalde, Xulio Ferreiro, tomó la palabra para responder, siendo rebatido por los vecinos. El regidor aseguró que en otros barrios de la ciudad hay iniciativas para los sintecho y que no hay problemas de este carácter. Además, recordó que se habló hace tiempo con la asociación de vecinos y de comerciantes de Monte Alto, quienes estaban a favor, y con los habitantes de los arcones, quienes tenían algunas reticencias inicialmente, aunque luego fueron disipándose.
Ferreiro también explicó que a la hora de entrada y salida de los sintecho de este espacio, a las nueve de la noche y a las ocho de la mañana, respectivamente, habrá un dispositivo especial de seguridad con la presencia de agentes de la Policía Local, uno de los compromisos adquiridos. “Creo que non vai dar ningún problema”, aseguró Xulio Ferreiro, quien instó a no crear “alarmas antes de que pase nada”. Mientras, la concejala de Justicia Social, Silvia Cameán, rechazó que los sintecho se vayan a quedar en la zona todo el día.
A los vecinos que protestaron por ubicar el centro de baja exigencia no les parecieron bien las explicaciones del Gobierno local y el ambiente se calentó por momentos convirtiéndose en algo más parecido a una discusión, aunque finalmente la situación se tranquilizó y no se registró ningún incidente.
Estas protestas por parte de un grupo de vecinos contrastan con la visión aportada esta misma semana por la Asociación Veciñal das Atochas-Monte Alto-Torre de Hércules. 
Este colectivo mostró su buena predisposición para que el barrio acoja esta iniciativa y anunciaron la celebración de una asamblea en próximas fechas para explicar a los habitantes de esta zona de la ciudad los detalles que rodean al proyecto.
Además de mostrarse favorables a la acogida del centro, la agrupación vecinal fue más allá y solicita al Gobierno municipal que el proyecto sea más ambicioso y no se limite a ofrecer un lugar durante la noche a los sintecho. Consideran que se deben ofrecer más servicios y programas que faciliten la inclusión social de estas personas.

“Mi Casita”
Esta división vecinal llega poco después de que los habitantes de Eirís mostrasen su rechazo al proyecto “Mi Casita”, del Hogar Sor Eusebia, y que consiste en módulos para los sintecho.
Según las estimaciones del Gobierno local, en la ciudad hay actualmente alrededor de una treintena de personas que duermen en la calle, y algunos de ellos pasan la noche en Monte Alto. l

El centro de baja exigencia produce división entre los vecinos de Monte Alto

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