redacción>a Coruña
El Palacio de la Ópera fue ayer el escenario de un cuento bufo con final feliz. El tenor Celso Albelo y la soprano Irina Lungu fueron los príncipes de una historia, donde los barítonos Bruno de Simone y Javier Franco completaron el reparto junto a Helena Abad para rescatar del baúl una de las obras maestras del repertorio. Lelixir damore volvió a brillar anoche en lo que está siendo la clausura de la 59 edición del Festival de Ópera. La pieza, que se representará también mañana, sirvió para poner en la mesa al amor como la recompensa a una búsqueda de la felicidad protagonizada por Nemorino y Adina. Dos días antes, los intérpretes recordaban el buen ambiente que había entre ellos.