Os Castros recupera las fiestas de la Merced con música y gastronomía

Cualquier excusa es buena para celebrar una fiesta, pero si además se trata de un motivo para recuperar una de las mayores tradiciones de un barrio, entonces la convocatoria se convierte en todo un éxito. Así sucedió ayer en el barrio de Os Castros donde, después de varios años, volvieron a celebrarse las fiestas que conmemoran la festividad de la Merced. No en vano aquí se ubica una de las calles con más vida y más conocidas de la ciudad.
Vecinos y comerciantes unieron fuerzas para recuperar esta fiesta y organizaron para ayer una jornada cargada de actos, con música, gastronomía y mucha animación callejera.
Daba comienzo la fiesta con el sonido de las gaitas cerca de las ocho de la tarde. Era señal de que arrancaba la foliada, organizada por la agrupación vecinal, junto con el pasacalles, que no se quisieron perder cientos de vecinos, que decidieron finalizar el día en la calle, participando en la jornada festiva.  

comercio
La iniciativa pretende, no solo recuperar la tradición festiva, que hace años que se perdió, sino servir como revulsivo al comercio local del barrio. Para ello, los locales se sumaron a la noche blanca y mantuvieron sus puertas abiertas hasta las once de la noche. Una propuesta que, como explica el presidente de la asociación vecinal, Paulo Sexto, “ha tenido un apoyo mayoritario”.
La participación de la gente que se acercó hasta la fiesta convenció a los organizadores, que consideran que esa es una buena oportunidad para “revitalizar el barrio”, insiste Sexto.
La agrupación ya participó a principios de septiembre (día 4) en la noche abierta que tuvo lugar en la calle Posse. Bajo el título de “Shopping Night”, los vecinos y los comerciantes de la zona cercana al centro comercial de Cuatro Caminos organizaron otra noche blanca, en la que los establecimientos estuvieron abiertos hasta medianoche.  
Además de inyectar actividad en el barrio, los comerciantes y vecinos apostaron por la jornada de ayer como fórmula para poner en valor “las viejas tradiciones”. Dicen los organizadores que es una lástima que acaben quedando en el olvido algunas de las fiestas más seguidas y esperadas por los vecinos.