Casi cinco años en alerta amarilla

Ya va a hacer un lustro que las velutinas o avispas asiáticas han ocupado un lugar en los árboles y los tejados de A Coruña, si bien no en los corazones de los coruñeses, a los que aún asusta el sobrenombre de “asesinas” del insecto oriental oscuro y amarillo. Las autoridades mantienen una lucha constante contra esta plaga, no ya para eliminarla, sino simplemente para controlarla y reducir sus efectos sobre el ecosistema. Pero, en contra de lo que temían algunos, la situación se mantiene estable. No solo por los esfuerzos de las distintas administraciones: el clima gallego, con bajas temperaturas en verano, parece estar ayudando. Las estadísticas municipales apuntan a que este año se han reducido el número de salidas de Bomberos para la retirada de velutinas en torno a un 36%. Si se mantiene la tendencia, 2019 verá los niveles más bajos de velutinas desde que empezó el problema, hace más de cuatro años.

Pero la lucha continúa. A diario, al caer la noche, los bomberos salen del parque de A Grela para retirar nidos de velutina. Según los propios bomberos, tienen que visitar cada día A Zapateira,
Mesoiro y Pocomaco para retirar los avisperos de esta especie invasora. Llevan así desde hace semanas, y continuarán durante todo el verano, hasta que el frío regrese y los insectos se entierren en el suelo para hibernar.

Falsas alarmas
En cada salida los bomberos nunca retiran un solo avispero. Normalmente son dos, pero muy a menudo son tres, o incluso cuatro. Los examinan durante el día, estudian cuáles son los medios que van a necesitar para poder llegar hasta ellos (muchas veces son de difícil acceso) y los retiran durante la noche, cuando las avispas regresan a sus nidos para dormir. Pero los Bomberos advierten de que también reciben muchas falsas alarmas: “A veces son avispas autóctonas o incluso abejas, porque la gente no distingue”. En todo caso, recomiendan a los vecinos llamar siempre que se tengan dudas pero no inquietarse demasiado por su presencia.

A pesar de sus sobrenombre de “avispas asesinas”, las velutinas rara vez atacan al ser humano, a menos que se acerque demasiado al avispero, por lo que normalmente pueden esperar a que se haga de noche y vuelvan al nido para retirarlo con todos los insectos en su interior.

Precisamente, el año pasado por estas fechas, un trabajador de Red Eléctrica que estaba realizando tareas de mantenimiento en A Zapateira fue trasladado al Chuac aquejado de picaduras de avispa, presentaba una “afectación local”, según fuentes hospitalarias se le suministró un antihistamínico y se le envió a casa, dado que no era alérgico.

Trampas
Además de la retirada de nidos que realizan los Bomberos, desde 2017 el Ayuntamiento mantiene una campaña anual de trampas para cazar abejas reinas. La campaña comienza a principios de marzo, con la colocación de más de 200 trampas por los departamentos de Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana. En primavera, cuando la temperatura media diaria oscila entre 12 y 15 grados, es precisamente la época de más actividad de las reinas, y se prolonga hasta mediados de junio.

Normalmente se instalan en los barrios de Elviña, O Castrillón, Eirís, Mesoiro-Pocomaco, Feáns-Obradoiro-Urbanización Breogán, A Zapateira y Bens, Las características comunes de estas zonas es que tienen una menor densidad de población y más espacios verdes.

En 2018, el número de ejemplares de reina capturados creció un 130% y es gracias a estos “regicidios” masivos, y a la retirada de los nidos por los Bomberos, a día de hoy sigue la batalla. Pero ahora se avecina otra con la próxima invasora: la avispa naranja.