“Casi 700 pacientes se desplazan para recibir radioterapia”

“Casi 700 pacientes se desplazan  para recibir radioterapia”

Igual que a sus vecinos de Carballo le dedicó un pregón cargado de guiños, el doctor Mariño busca la comodidad para sus pacientes. Desde la implantación de la última tecnología a las fotos que cuelgan en el pasillo, cualquier avance suma puntos en una lucha que es de todos. De los que tienen bata y de los que no.
 
¿Cómo está resultando la radioterapia estereotáxica en los pacientes?
En los últimos meses ha habido un aumento porque es una técnica muy precisa para determinados tumores como el del pulmón, páncreas, columna vertebral e hígado. Es un centro de referencia hasta que el resto de los hospitales la ponga en marcha, pero la inversión en tecnología radioterápica que se realizará en toda Galicia permitirá recibirla en los centros de Vigo, Santiago y Ourense. 

¿En qué mejoras se empleará esta partida?
Tendremos una nueva unidad en el segundo trimestre de 2016. Hasta el momento, funcionábamos con tres, pero la de bomba de cobalto quedó inoperativa. La tercera unidad nueva entrará en funcionamiento en marzo o abril. Será como el día y la noche, mucho más sofisticada y precisa.

¿Qué casos pueden recibir la radioterapia estereotáxica?
Se les da a casos inoperables por distintos motivos, bien por problemas cardíacos o porque son tumores pequeños. Son tratamientos muy laboriosos, que exigen mucho más tiempo que los convencionales y hay que tener en cuenta que esto unido a la presión asistencial que tenemos... No es que estemos deseando librarnos de otras áreas, pero sí necesitamos estar liberados, por los pacientes y por nosotros.

¿Cuántas personas tratan en un año?
Pasan cerca de 2.600 pacientes al año en tres turnos de mañana, tarde y noche. Damos tratamientos hasta las dos de la mañana. En verano es más fácil, pero en invierno se complica porque al venir gente de lejos de la ciudad.

Son muchas personas.
Sí, en total damos asistencia a 1.100.000 personas de toda la provincia incluido Ferrol, Lugo y A Mariña y es mucha gente.

¿Cómo puede ser que en Lugo no haya este servicio a estas alturas?
En Lugo contarán con él en el primer trimestre de 2016. Casi 700 pacientes se tienen que desplazar hasta el centro actualmente para recibir radioterapia así que todo lo que sea mejorar su comodidad es muy positivo ya que son pacientes que se someten a tratamientos largos y pocos necesitan ingreso. Hoy en día, cualquier proceso radioterápico se puede realizar de forma ambulante así que los que se quedan es porque requieren cuidados específicos o necesitan una asistencia cercana. En este hospital, es difícil diferenciar quién es el enfermo y quién, el acompañante. Es más, ahora nos prohíben llamarlos a consulta por el nombre. En esto del cáncer se establecen cuatro fases, en la primera te revelas contra la enfermedad, después te enfadas con el mundo. En la tercera, terminas por resignarte y en la cuarta, aceptas lo que tienes. 

¿Ve un aumento en los enfermos que necesitan este tratamiento?
Cada año se produce un aumento, pero en cierto modo es porque se incrementan los diagnósticos tempranos.

Pero esto es bueno, ¿no?
Sin duda. Con una localización del tumor a tiempo, el de próstata se termina curando. La diagnosis temprana es una garantía de éxito, aunque incluso una metástasis se puede curar, aunque es más difícil de tratar. Cada vez más los pacientes acuden a revisiones periódicas y las advertencias de la sociedad científica sobre que hay que prevenir y llevar una vida más sana surten efecto. También la atención primaria es fundamental. Leí dos ensayos de Estados Unidos, en los que se aboga por no realizar el PSA a los varones mayores de 75 años porque lo más probable es que no se vayan a morir de cáncer de páncreas. Son tumores latentes que con 90 años, muchos lo van a tener. Es cierto que se está sobretratando y que a esas edades, se podrían evitar diagnósticos que van a limitar a los enfermos. No se trata de desahuciarlos, pero en Estados Unidos donde practican necropsias a todo el mundo, está comprobado que con 85 años, más del 90% de los que mueren, tenían cáncer de próstata sin saberlo y que este no fue la razón del deceso. 

¿En los tratamientos de qué tumores se ha avanzado más?
En general, todos, pero sobre todo los de mama, pulmón y colon rectal porque había una incidencia muy grande y la industria tenía sus intereses para que la medicina avanzara con nuevas terapias. Hay quien dice que la quimioterapia tiene los días contados. Ya empiezan a dar coletazos los tratamientos monoclonales, que son anticuerpos dirigidos contra dianas moleculares, muy selectivos. El avance tecnológico en los últimos 15 años ha sido tremendo. Desde que yo llegué a finales de los 80 hasta ahora, se ha dado un vuelco radical en las unidades de tratamiento con los nuevos aceleradores y el sistema de planificación informático. Hoy, los TAC y las resonancias no solo sirven para el diagnóstico, sino que te permiten ver mediante un software la imagen tridimensional del cáncer y delimitar las zonas a tratar y las dosis. 

¿Qué ensayos clínicos se están realizando en el centro?
Sobre tumores de mama y colon rectal. Comparamos unos fármacos con otros para ver cuáles son mejores en función de la toxicidad y los resultados. También, tenemos en marcha un estudio para saber la calidad de vida en los casos de cáncer de próstata tratados con  radioterapia externa, braquioterapia o cirugía. Esto nos está dando como resultado que a la braquioterapia le falta dar una mejor calidad de vida, pero aún estamos en la segunda fase.

“Casi 700 pacientes se desplazan para recibir radioterapia”

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