Casi 300 camiones desaparecieron del registro municipal en solo un año

Casi 300 camiones desaparecieron del registro municipal en solo un año
Un transportista descarga mercancía en una calle de Monte Alto |quintana

A pesar de los mensajes más optimistas, la economía a nivel local no parece remontar. Dan fe de ello los transportistas, como los que se encuentran agrupados en la Asociación de Transportes Ligeros, cuyo presidente, José Manuel Reimúndez, parece desanimado: solo en un año, han desaparecido del registro municipal más de 250 camiones, y Reimúndez está convencido que una gran mayoría son precisamente transportes ligeros, como los de su asociación.


“No hay más que verlo: cuando yo empecé en esto, éramos 117. Ahora no somos más de 20”, se lamenta. No es que no se abran nuevos negocios en la ciudad, pero sus expectativas de vida son tremendamente cortas. Después de tanto tiempo, Reimúndez y los suyos se han convertido en unos expertos para calcular el tiempo que tardará en echar el cierre.: “Decimos: ‘En seis meses volvemos para recogerlo todo’ y rara vez fallamos”.


Competencia desleal
Además de la mala situación económica, el sector tiene que enfrentarse a la competencia desleal de los transportista piratas, personas que disponen de un furgoneta porque se dedicaban a otro oficio (fontanero, o albañil) y que realizan transportes para sacarse algún dinero, a pesar de no estar autorizados. “Luego pasa lo que pasa, porque no tienen seguro, y la gente llama a nuestra asociación para quejarse pero, ¿qué es lo que podemos hacer nosotros”, se lamenta el portavoz del sector ante esta problemática que se prolonga desde hace tiempo.
Ya en noviembre de 2015, se calculaba en 50 el número de estos transportistas piratas. “A veces nos sale más rentable tener los vehículos parados”, aseguraba entonces el presidente de la Asociación de Transportes Ligeros, que mantiene que la Policía Local no realiza ninguna campaña para asegurarse de que los realizan labores de transporte tienen los preceptivos permisos, al revés que hace fuera de la ciudad la Guardia Civil.


La situación es tan mala que Reimúndez ya siente cierto cansancio al protestar por la ocupación de las zonas de carga y descarga. “Es verdad que están todo el rato ocupadas por turismos y gente que no debería, pero también es verdad que cada vez hay menos repartos”.

Casi 300 camiones desaparecieron del registro municipal en solo un año

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