Las cartas de los restaurantes se adaptan a la ley de los alérgenos con gran descontento en el sector

Los hosteleros coruñeses están molestos con la situación actual en la que tienen que trabajar. El sector ha acogido con un gran malestar la nueva ley de la Comisión Europea por la que, desde  mediados de diciembre, tienen que indicar en sus cartas todos los ingredientes de los platos para que los clientes sean conscientes de los alérgenos que contienen. La Asociación de Hostelería de A Coruña opina que esa pregunta la formuló siempre el consumidor y que esta es solo una medida más para dificultar su labor diaria.
“Hemos tenido que rehacer todas las cartas, mirar qué alimentos son alérgenos y cuales no e indicarlo y eso nos ha dado mucho trabajo”, explica el presidente de la Asociación de Hostelería, Héctor Cañete.
La norma es válida para todos aquellos establecimientos que ofrezcan algún tipo de comida y si no la acatan se arriesgan a que les impongan importantes sanciones económicas. No obstante, el sector le saca numerosos defectos al texto pues aquellos negocios que trabajan con menús del día tienen que cambiar a diario los avisos de aquellos ingredientes que pueden provocar alguna intolerancia alimenticia.
“Y si cambiamos la receta de algo también tenemos que avisar”, se lamenta Cañete, que asegura que sus compañeros están “muy enfadados y descontentos” con esta imposición europea. A su juicio, “no viene a solucionar ningún problema real”.
“Todo son trastornos y nos dan pocas soluciones: toda la vida fue el cliente el que preguntó lo que llevaba un plato por si no podía comerlo”, recuerda el representante de la hostelería.

numerosas inspecciones
“Nos regula el Ayuntamiento, la Xunta, el Gobierno central y ahora también Europa; para tener un bar tenemos que soportar tantas inspecciones a lo largo del año...”, critica. Los empresarios están cansados de asumir nuevas normas que consideran muy negativas para sus balances. Primero fue la Ley Antitabaco, después hubo que cambiar todas las aceiteras y, en la actualidad, pagan este gasto a mayores cuando “las cosas están flojitas”.
“Vivimos en un país de burócratas en el que es muy difícil trabajar”, zanja Cañete, que lidera uno de los mercados con mayor absorción de desempleados de A Coruña.