Cáritas Interparroquial destinó 240.000 euros a ayudas a los coruñeses entre enero y junio

Más de 239.514 euros en el primer semestre del año. Cáritas Diocesana-Interparroquial de A Coruña ha invertido todo ese dinero en intentar dar un impulso a las vidas de los coruñeses más afectados por la crisis. La partida destinada a financiar la vivienda continúa siendo la más alta con mucha diferencia (se gastaron 130.389,29 euros), aunque la alimentación se lleva una parte importante del dinero de las arcas. Para soportar la ola de demanda, la organización se apoya en las subvenciones que parten de la Fundación Barrié o el propio Ayuntamiento.
“A lo largo de estos seis primeros meses hemos destinado la cantidad de 239.514,19 euros a hacer frente a las necesidades más básicas de las personas en riesgo o situación de exclusión social”, explicaron ayer fuentes de la agrupación solidaria en A Coruña. Como viene siendo habitual, la mayor parte de las ayudas que requieren los usuarios pivotan en tres puntos: la vivienda, la comida y el pago de los recibos del gas, el agua y la luz.
No obstante, a tenor de los datos que se manejan, hubo algunos meses más complicados que otros. Es el caso de las aportaciones para comida que en abril superaron los 13.000 euros, mientras que en mayo se quedaron en torno a los 11.600. Lo curioso es que en los demás meses las cifras quedaron muy alejadas de los 10.000 euros.

bailes de cifras
Lo mismo ocurrió con la vivienda en mayo, cuando hubo que invertir 32.691,49 euros para asegurar un techo a decenas de familias que carecían de los recursos necesarios para subsistir por sí solas debido a la crisis.
Según las estadísticas abril también resultó complejo afrontar los costes de todos los suministros. Las peticiones para hacer frente a las facturas de los tratamientos médicos se han movido en distintas cifras hasta que en mayo se dispararon rozando los mil euros.
En este contexto, aunque los voluntarios y trabajadores de Cáritas Interparroquial trabajen con unas previsiones, semeja que pocas veces se cumplen porque los gastos sufren muchas variaciones de un mes a otro. Una de las explicaciones está en la subida paulatina de los usuarios y es que, entre 2008 y 2013, la solicitud de colaboración al organismo creció un 31%.
Desde el colectivo aseguran que “la generosidad de la gente permite disponer de fondos para ayudar a otros”. En este caso hablan de entidades colaboradoras como la Fundación Barrié, el Ayuntamiento coruñés o el Instituto Benéfico Social Padre Rubinos. No obstante, además de a estas instituciones y a los socios, el disponer de dinero también se debe al trabajo incansable de los voluntarios.
Cada año se emplean a fondo para conseguir ingresos a través de mercadillos solidarios. También hacen la vida un poco más fácil aquellos que se ocupan del reparto de ropa o de la distribución de juguetes en Navidad. n