Cáritas constata que en los cepillos de las iglesias cada vez se recauda menos

Cáritas constata que en los cepillos de las iglesias cada vez se recauda menos
La crisis se está dejando notar en las aportaciones de los fieles que acuden a las iglesias quintana

Las sucesivas reformas laborales y los miles de despidos causados por la mala situación económica que vive el país provocan un crecimiento constante en las listas de solicitantes de ayudas de las organizaciones solidarias de la ciudad. Para poder atender a todos los coruñeses necesitados, estas entidades intentan hacer malabares con las cuentas a diario. Es el caso de la delegación coruñesa de Cáritas Diocesana, que desde que comenzó la crisis, y más en 2011, sufrió una caída de ingresos procedentes de los donativos en las iglesias, si bien consiguió sumar casi un millón de euros.

Si hace unos años todos los feligreses solían aportar una pequeña cantidad a la iglesia cuando se pasaba el cepillo en medio de los oficios religiosos, esa tendencia fue cayendo a medida que la asistencia a misa de los coruñeses se reducía y también motivada por la necesidad de evitar gastos superfluos de muchas familias. Esta caída de ingresos va en detrimento de la organización social Cáritas, que es la que más se nutría de esos beneficios para poder sacar adelante las solicitudes de ayuda de ciudadanos en apuros.

La entidad recaudó el año pasado más de un millón de euros, a pesar del descenso en los ingresos

“Las colectas de las iglesias se van reduciendo”, explica el director de Cáritas en A Coruña, Vicente Iglesias que, aunque prefiere no desvelar en qué templos se recauda más o menos, sí es consciente de la caída porque cada iglesia remite un informe con la contribución de los feligreses cada primer domingo de mes. En este sentido, Iglesias aclara que “no vienen billetes sino calderilla”.

El responsable de la entidad solidaria justifica los datos atendiendo al perfil de gente que suele acudir en la actualidad a las iglesias de la ciudad. “Normalmente los asiduos a misa son gente mayor, pensionistas o con escasos recursos”, a la que ya no le es tan fácil prescindir del dinero con la congelación de pensiones y prestaciones.

 

Sin ir a misa > A pesar de estas dificultades, el 2011 se saldó con 940.000 euros procedentes de donativos para Cáritas, frente a los 837.000 euros que sumaron el año anterior. La explicación es muy simple. Según comenta Iglesias, al tiempo que cae el dinero que se encuentra en los cepillos después de cada misa crece el que llega a través de las cuentas bancarias habilitadas a tal fin por la organización.

“Ahora hay gente joven que no va a misa pero que aporta ayudas desde su casa por internet o en el propio banco”, aclara el director. Como ejemplo vale un extracto de la cuenta de Cáritas durante unos pocos días de enero: hay ingresos de 10, de 35, de 40 y hasta de 50 euros ordenados por particulares. En este sentido, Iglesias asegura que en las bolsas que se pasan por los bancos de la iglesia durante las misas es muy difícil ver unas cantidades tan altas. De hecho, ya lo era antes.

Otro de los ingresos que llegan a la entidad parten de las donaciones de sus socios que no tienen que abonar una cuota fija al mes ni asumen unas condiciones estrictas. Vicente Iglesias afirma que una vez asociado, cada uno da lo que puede y tiene la potestad para decidir si lo hace de forma mensual, trimestral, semestral e incluso anual.

En todo caso, estas cantidades son solo una parte del presupuesto que maneja Cáritas en A Coruña cada año y que en 2011 rondó los 2,5 millones de euros. El problema es que, a pesar de que la demanda de personas necesitadas crece a gran velocidad, las cuentas no siguen el ritmo. A finales de año, fue una donación de 60.000 euros que hizo el Ayuntamiento la que sirvió para reducir el déficit. A 31 de diciembre, los voluntarios habían realizado 6.179 entrevistas, la mayoría a inmigrantes y desempleados, a los que pueden ayudar a duras penas.

 

Cáritas constata que en los cepillos de las iglesias cada vez se recauda menos

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