Cáritas abrirá en junio una tienda para recaudar fondos con recursos del ropero

Cáritas Diocesana de Santiago abrirá el próximo mes, si la burocracia lo permite, la primera tienda del proyecto de inserción laboral A Roupa y lo hará en la ciudad. La inauguración del establecimiento, para el que se ha escogido una céntrica ubicación, implicará la contratación de dos personas en riesgo de exclusión social. Además, habrá voluntarios que harán las labores que se realizan ahora en el ropero de la calle de los Reyes Magos para colaborar con los usuarios que no paguen en la dignificación “de la entrega social”. 
Lo comentaba hace unos meses el máximo responsable de Cáritas Interparroquial, Vicente Iglesias, y el proyecto ha fraguado de la mano de Cáritas Diocesana de Santiago. Los roperos que están en el área de influencia de la institución se han reconvertido en A Roupa, “una empresa de inserción laboral que depende de la Fundación”. El director diocesano Anuncio Mouriño explica  que la iniciativa ha comenzado a funcionar con la “recogida, reciclaje y destrucción de forma ecológica de la ropa” y que en breve se dejará notar en A Coruña. 
La previsión de A Tenda es abrir tres comercios en Santiago, Pontevedra y la ciudad y este  último será el primero en estrenarse. A expensas de que acaben las obras y se obtenga la licencia de apertura, Mouriño destaca que el negocio social se instalará frente al edificio Conde de Fenosa, en la calle de Fernando Macías. Interrogado sobre la céntrica elección para alquilar un bajo, el responsable del proyecto recuerda: “No abrimos roperos, lo que vamos a abrir es una tienda de segunda mano”. 
La misma se nutrirá de las donaciones que vayan llegando –al igual que ha hecho Padre Rubinos, se instalarán contenedores de recogida de Cáritas por todo el entorno que abarca de la Diocesana– y estará abierta al público, pero también a los beneficiarios de la institución solidaria. 
“Habrá dos tipos de clientes: uno que pagará con euros o con tarjeta y otro, el que acudía a los roperos de Cáritas, que lo hará con documentos facilitados por la entidad”, destaca Mouriño. 
Es decir, se recurrirá a los voluntarios para explicar qué prendas se necesitan y estos le facilitarán un vale que servirá para adquirirlas “escogiendo como si estuviera comprando en una tienda normal”. 
“No se va a notar la diferencia porque se trata de dignificar la entrega social y, además, crearemos empleo para sacar a la gente de la exclusión”, puntualiza el director. De hecho, la selección en A Coruña ya se ha completado y en un principio, a expensas de que las necesidades varíen, se contratará a dos personas a media jornada. Una se ocupará de la tienda por la mañana y otra por la tarde y ambas contarán con el apoyo de voluntarios de Cáritas para colaborar con los usuarios habituales a la hora de hacer los intercambios.
Los ingresos que se consigan servirán para pagar los dos salarios así como el alquiler y los gastos y también para autofinanciar la empresa A Roupa, pues la intención es que no suponga un gasto extra para la organización benéfica.  

vivero de empresas
Se trataría, incluso, de generar capacidad “para crear un vivero de empresas para dar trabajo a personas en exclusión social”. A Roupa es solo la visión en la calle de una iniciativa con mucho recorrido detrás. 
Según Mouriño nueve empleados acometen ya el proceso de reciclado en cuatro partes. “La mejor ropa se envía a las tiendas o a otros roperos, otra se vende para la exportación a países necesitados, una tercera se utiliza para borras para uso industrial y el último grupo se destruye ecológicamente”, resume.