Caramuxo Teatro activará todos los sentidos en el Ágora con la obra “¡Ñam!”

Porque comer es lo primero que se hace antes de asomar la nariz al mundo, la compañía Caramuxo Teatro introduce la cocina en su nuevo espectáculo. Se titula “¡Ñam!” y lo estrenarán mañana, a las 12.30 horas, en el centro Ágora. Con un escenario transformado en laboratorio culinario, Juan Rodríguez y Laura Sarasola se pondrán el mandil para compartir aromas y olores y unas galletas de canela que reactivarán los cinco sentidos.

Los protagonistas serán en la ficción dos amantes de la buena gastronomía. Interesados en probar cosas nuevas. Recetas mágicas que degustarán a poquitos en un montaje para los más pequeños, en concreto, los que tienen edades comprendidas entre uno y cuatro años. Ellos tendrán la papeleta de descubrir. Y de tocar. Porque los niños se colocarán a escasos metros de los actores. En una puesta en escena en la que habrá danza y mucho humor.

La compañía se dirige en su nuevo espectáculo a familias con niños  de uno a cuatro años

Juan explica que la obra no tiene tope de edad porque mientras unos se quedan con los colores y los sonidos, los otros se ríen con guiños fabricados para mayores.

Después de “Glub glub” y “Zapatos”, Caramuxo Teatro se vuelve a dirigir a los bebés en un escenario acotado donde primará la corta distancia que se hará más corta todavía una vez que termine la función y los chavales puedan entrar “hasta la cocina” para curiosear. Por su parte, los bártulos están inspirados en lo retro y lo industrial y recuerdan a la cafetería Gastrobar Constante, de Durán Loriga, encargada de proporcionar la receta de las galletas.

innovadores

Caramuxo Teatro fue la primera agrupación en incluir en sus montajes la franja de edad que va desde el año a los cuatro. Es más, Laura y Juan comentan que los bebés son los que más atentos están. En una forma de hacer donde los actores pueden verles los ojos y hablarles con los gestos. Para trabajar con ellos la sorpresa que esta vez se oculta en una pota mágica. Con banda sonora y luces. Todo orquestado de una manera muy natural para que los espectadores bajitos se sientan cómodos.

La butaca más sincera tendrá mañana la oportunidad de probar en compañía, eso sí, con un puñado de dulces en el bolsillo. n