Cara y cruz de Losada

 ELECCIONES  EL ENREDO DE LAS LISTAS

La derrota electoral de las municipales ha roto al socialismo coruñés como si fuese una nuez. Las dos mitades, que falta por saber si son iguales, se han distanciado aún más a cuenta de la designación de Javier Losada como candidato al Senado. Entre quienes ponen por él la cara y los que le quieren negar la cruz, un mundo.

ANÁLISIS de MIGUEL PAMPÍN

“No lo votes!!!”. Es una petición real que ha surgido tras el comité provincial del pasado domingo en que los socialistas decidieron que el exalcalde Javier Losada figurase entre los tres ungidos con los santos óleos del Senado.

Puede parecer exagerado, suicida e incluso injusto. Pero injusto también se les antoja a los militantes coruñeses que no se haya tenido en cuenta el mensaje que lanzó la agrupación. Losada no fue el primero, ni el segundo. Tras un cuarto puesto en las votaciones domésticas, y con el crítico Arangüena ganando el pulso, parecía que el futuro político del sucesor de Paco Vázquez había llegado a su estación término.
De puertas afuera, el maquillaje no logra disimular las venas hinchadas de ira. De poco sirve que los vencedores derrotados hablen de mirar hacia delante, de respetar las mayorías y de dejar todo lo sucedido en una mera anécdota.
La guerra en el “Attica 21” fue cruel, con intervenciones de todos los colores, incluida la del protagonista mostrando sus credenciales de experto correpasillos en la Cámara Alta.
La cuestión ahora es si Losada tendrá su cruz. Las peculiaridades de la parte menos útil de las Cortes otorgan a los electores la posibilidad de ir más allá de escoger una papeleta.
Es una cruz. La que pedirá en la campaña electoral y la que algunos de sus compañeros de afiliación le quieren negar, argumentando una sobredosis de cara.
El silencio en las filas socialistas produce escalofrío. La tensión electoral no resuelta allá por mayo tiene aún muchos capítulos que contar. Y no todos limpios de sangre y vísceras.