Un campo de fútbol que saca los colores

Un campo de fútbol que saca los colores

En cualquier otro campo de fútbol parecido se podría ver jugadores corriendo arriba y abajo luciendo los colores de su equipo. Pero San Pedro de Visma es diferente: solo lo pisan los aficionados, niños y adultos que persiguen la pelota para hacer ejercicio y por diversión, y a los que no les preocupa bajar o ascender en la clasificación. O siquiera, que no se haya inaugurado oficialmente. “El alcalde vino en diciembre, e hizo una seminauguración”, señala el presidente de la asociación de vecinos del barrio, Fernando Fernández. 
En diciembre, el primer edil acudió a inaugurar el parque de Adolfo Suárez, situado al lado de los campos de fútbol. Pero mucho antes de eso, los vecinos de la zona que querían disfrutar del verde de un campo de fútbol, y no de un parque, se encuentra con que los campos que llevan ocho meses terminados todavía no han sido inaugurados oficialmente. Así que los aficionados al balompié han decido inaugurarlos por las bravas y practicando enormes orificios en la alambrada que cierra el recinto, convirtiendo la entrada en libre: todo el que quiera dar patadas al balón puede hacerlo sin ningún obstáculo. 
“No se porqué conservan esa valla, porque la gente entra por otras partes. Pero hoy en día todo el mundo lo usa. Los padres, los hijos...”, explica Fernández. Quizá no se pueda culpar a los impacientes jugadores, tras ocho meses aguardando poder pisar césped. Desde luego, el presidente de la Federación Gallega de Fútbol, Rafael Louzán, parecer responsabilizar sobre todo al alcalde, Xulio Ferreiro, de que ningún equipo pueda saltar a esa cancha. La federación debía ser la encargada de gestionar las instalaciones, según un convenio firmado con la administración de Carlos Negreira.

en prórroga
Ambas entidades habían acordado en septiembre modificar el convenio que firmaron en 2012 para que los campos y los terrenos de San Pedro de Visma pasen a titularidad municipal a cambio de que el ente autonómico se comprometa por escrito a mantener su sede central en A Coruña. Ferreiro aseguró entonces que recepcionaría los campos de fútbol en cuanto recibiera los últimos informes sobre el modificado de obra, pero el tiempo ha pasado poco a poco y ya estamos en prórroga. 
La prueba es que Louzán aseguró el mes pasado que la federación ya han respondido al borrador para cerrar un nuevo convenio y que los terrenos de juego “levan rematados dende hai oito meses que foron á basura”. Además, dijo que el Gobierno local de la Marea “non fixo absolutamente nada en dous anos por sacar a liña de alta tensión (que pasa por encima de un campo) e tampouco levaron luz ás instalacións. Non hai vontade nin apoios suficientes, solo hai excusas”.
Mientras que sobre el papel, los campos de fútbol no son responsabilidad de nadie, sobre el terreno pertenecen a todos, o por lo menos a cualquiera con un balón, un grupo de amigos, y una despreocupación total por cualquier limite que no sea una línea blanca en el césped.  n

Un campo de fútbol que saca los colores

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