Los caminos escolares a pie llegarán a cuatro colegios más durante este año

El nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) busca recuperar una vieja costumbre: que los niños vayan andando al colegio. ¿Los motivos? Enseñar a los más pequeños buenas prácticas en materia de seguridad vial, y evitar los colapsos que se producen todas las mañanas a las puertas de los centros educativos de la ciudad como consecuencia del traslado de los alumnos por parte de sus padres en vehículos privados. Para ello, en el PMUS se diseñaron los caminos escolares, unas rutas seguras para que los estudiantes puedan realizar a pie, que ya se probaron a modo de experiencia piloto en 2013 en el colegio Concepción Arenal, y que antes de que acabe el año se pondrán en práctica en otros cuatro centros de educación Infantil y Primaria: San Francisco Javier, Sagrada Familia, Labaca y Wenceslao Fernández Flores.
“Si 10.000 niños y niñas van al colegio caminando tenemos 10.000 agentes de la movilidad sostenible en nuestras calles”, defiende la concejala de Tráfico y responsable del PMUS, Begoña Freire, que aseguró que esta es una de las seis acciones que incluye el plan para el fomento de la movilidad peatonal, y que está previsto desarrollar a corto-medio plazo con un presupuesto de 100.000 euros.
El hecho de que se apueste por las rutas a pie a los colegios tiene su base en las cifras detectadas durante la fase de diagnóstico del plan: un 12% de los desplazamientos diarios que se hacen andando en la ciudad están motivados por estudios. Esto significa que, cada día lectivo, en A Coruña se realizan 69.000 viajes interiores en los 82 centros educativos repartidos por todo el municipio.

actuaciones
Para crear las rutas escolares se plantean varias actuaciones. Primero, la creación de un equipo de concienciación, que se encargará de promocionar la medida entre profesores, padres y alumnos. También se constituirá un comité de seguimiento, que será el que analice cuál es la mejor ruta a seguir. En segundo lugar, se llevará a cabo una delimitación del ámbito influencia y se definirán los caminos en función de la residencia de los alumnos, para a partir de ahí tomar las medidas necesarias, como más información en el entorno del centro o la limitación de la velocidad en el ámbito a 20 o 30 kilómetros hora.
La medida se completará con el uso de la tecnología para informar a los padres, mediante SMS, de la entrada y salida de los niños del colegio, o la instalación de paneles para alertar de la presencia de niños en la calle. n