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viernes | 19 abril | 2024
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha desarticulado una supuesta trama para falsificar los informes y en la que estaban implicados tres técnicos de ITV de Sabón, así como empresarios y conductores. Gracias a las pesquisas del Grupo de Información de la Agrupación de Tráfico (GIAT) ya hay 20 imputados. en lo que se ha dado a llamar operación “Segunda”. Fue una denuncia de la propia gerencia de las estaciones la que alertó a los agentes de tráfico de que se podrían estar llevando a cabo ciertas irregularidades en la estación coruñesa de Sabón.
Efectivamente: la concesionaria Supervisión y Control detectaba ya en enero estas irregularidades en los controles rutinarios y anunciaba, para curarse en salud, acciones disciplinarias internas. Fue también la concesionaria la que gracias, a raíz de la investigación interna realizada, detectó 18 vehículos con “anomalías” en el proceso de inspección. Tras advertir las irregularidades, los vehículos afectados, un total de 18, fueron llamados nuevamente a revisión para adjudicarles el informe que en cada caso les correspondiese de forma técnica y veraz.
En febrero Supervisión y Control dio a conocer lo sucedido públicamente y en abril la concesionaria dio el siguiente paso al interponer la denuncia que hizo actuar al GIAT. Tras varios meses de investigación, los guardias civiles reunieron las pruebas que han permitido llevar adelante las imputaciones.
El modus operandi que seguían los técnicos implicados era bastante sencillo: se sospecha que algunos de los empleados de Sabón corregían los informes desfavorables y los sustituían por otros que daban como aptos para circular a los vehículos inspeccionados. También se llegó a simular el paso de vehículos por la línea de inspección, sin haberlo hecho.
empresarios
Entre los imputados están el propietario de un taller y tres empresarios de transporte de mercancías. Las averías en los sistemas de frenado y la emisión de gases defectuosos, eran los fallos mecánicos que ocultaban en los informes manipulados, según el GIAT.
Para la Guardia Civil este tipo de prácticas además de ilicitas, son peligrosas. No solo porque los conductores circulan al volante de un vehículo que no reúne las condiciones de seguridad en un sistema tan básico como el de frenado, sino “porque también ponen en peligro la seguridad de todos los usuarios de la vía, ya que circulan por las carreteras eludiendo la vigilancia de los agentes de tráfico, mediante la falsificación de los certificados de inspección”.
