“Cada vez se parece más todo el continente europeo”

“Cada vez se parece más todo el continente europeo”
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El catalán contaba en el MAC hace dos días anécdotas de la otra parte de Europa en la que vivió siendo observador. Para después contarlo en sus noticias y en libros como “Pronto seremos felices” (Destino). Una golosina.

Y de alguna forma, el libro no deja de ser una recopilación de anécdotas.
Sí, son personajes que he visto y conocido. También los he mezclado. Con muchos datos y observación para darle más atmósfera. Por ejemplo meto de fondo en una cafetería el Line Dance, que en Checoslovaquia se practica porque viene de los que emigraron a Estados Unidos. Algo que no deja de ser chocante.

¿Una parte muy distinta o cada vez más parecida a esta?
Cada vez se parece más todo el continente europeo. Desde hace 25 años cuando el comunismo, era más difícil viajar, salvo casos como el mío que lo hacía por trabajo. He vuelto a menudo desde entonces y ha cambiado mucho. La vida se ha acelerado. Antes estaban como detenidos en el tiempo. No se construían edificios y todo parecía como de principio de siglo. Las ciudades eran muy bonitas. Olían mal, eso sí, porque la gasolina era muy mala.

Por el físico, podría pasar por uno de ellos. ¿En quién se inspira para construir a Camila?
Ya, me decían que era ruso, pero soy muy español. Está inspirada en mi secretaria, a la que llamaba cuando iba a Barcelona. Quedábamos para charlar, pero un día empezó a no contestarme.

¿Es usted el que viaja en tren?
Sí, aunque el de mi libro es un comerciante porque conocía a muchos. Viajaban al este para abrir nuevos mercados. Sé de uno que tuvo que colocar en Rumanía 200.000 quesos manchegos. Eso me parecía fascinante. En general, todos los negocios me lo parecen. Son como alquimistas.

Y a pesar del drama, las historias se rebozan de humor...
Sí, porque al final el humor es una crítica de la realidad. Yo aprendí a reírme tarde. Ya era mayor, pero me lo planteé como algo serio lo de que tenía que reírme y empecé a cultivarlo.

Lo curioso es que de la ruina crea poesía en un momento de liberar tensiones, el de la caída del muro de Berlín, del que se cumplen 25 años. ¿Fue buscado o es casualidad?
Esa es la idea. Intentarlo por lo menos. Ojalá fuera poesía. Lo de los 25 años del muro fue coincidencia porque la novela la tenía en la cabeza desde hace años.

¿Cómo recuerda aquello?
Había un entusiasmo delirante, una alegría enorme. La gente estaba muy contenta por el mismo hecho de reunirse porque uno cuando forma masa se cree con más poder. También estaba la sensación de que se había derrotado a la mentira siguiendo el lema de los husitas de que la verdad triunfará. El imperio de los comunistas era un imperio de mentiras.

Algo parecido a lo que está ocurriendo aquí.
Sí, pero ahora la mitad de los canales de televisión están en contra del gobierno y hay debate. Allí todo era discurso oficial. Aquí hubo una dictadura, pero en los 60 comenzamos a disfrutar de los bienes de consumo. Los 80 para ellos fueron infernales porque se invirtió en proyectos absurdos y se quiso saldar la deuda externa. Había censura. El propio presidente, Václav Havel, no podía representar sus obras de teatro.

Sin embargo, han cuidado siempre la cultura, ¿no cree?
Es cierto. Recuerdo que cuando salían ciertos libros, se formaban grandes colas. También es verdad que tenían mucho tiempo libre

¿Cuál es su intención con este libro?
Crear un elenco de personajes, cada uno con una historia significativa sobre este mundo y que fuera exaltante para el lector. Hay amor, amistad. Los protagonistas se mueven con libertad y hacen cosas de chiflados.
¿Cree que propuestas como Podemos traerán el cambio?
Cantar “La estaca” al final de los mítines me parece volver a los 60. La reforma del capitalismo tiene que ver con las nuevas tecnologías. La izquierda debe pensar quién se queda con el dinero y eliminar los paraísos fiscales. Ahora se saben las cosas y es porque fulanito envía un mail y deja a alguien con el culo al aire. Eso y por la sensación de hartazgo que tiene la gente.

“Cada vez se parece más todo el continente europeo”

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