Un bus hiere de gravedad a un hombre de 71 años que trató de detenerlo para subirse en él

Un hombre resultó herido ayer de carácter muy grave por un bus urbano en la parada del número 103 de la avenida de Oza (la antigua General Sanjurjo), cerca de su cruce con la ronda de Outeiro. La víctima, de 71 años, identificado por la Policía Local como A.M.G., trataba de alcanzar el bus cuando perdió el equilibrio y una de las ruedas del transporte, de varias toneladas de peso, le aplastó las piernas. Fue trasladado inmediatamente al hospital, donde ingresó directamente en quirófano con pronóstico reservado.
Según un testigo, la víctima había llegado tarde para coger el bus de línea, pero no se resignó, sino que caminó por la acera para tratar de alertar al chófer de su presencia. Fue entonces cuando tropezó en el bordillo y cayó a la calzada, donde el bus le pasó por encima, causándole graves traumatismos en, por lo menos, una de las extremidades.

mala práctica
No es la primera vez que un incidente como este tiene lugar, aunque normalmente no tienen consecuencias tan graves. Pero los chóferes de la Compañía de Tranvías sufren a menudo sustos por el comportamiento de los viajeros en al parada, que a veces se abalanzan sobre el vehículo cuando este abandona el punto de recogida. “Los viajeros esperan siempre que paremos para recogerles cuando llegan tarde, pero no se dan cuenta de que el bus urbano es un vehículo muy grande y difícil de maniobrar, y que además tenemos que vigilar el tráfico”.
Además, en los vehículos articulados hay un punto muerto que no pueden ver cuando trazan una curva, de manera que si se da el caso, el peatón puede aproximarse peligrosamente sin que lo descubran hasta que es demasiado tarde, de ahí que los chóferes pidan precaución y un poco de sentido común. “Por no esperar diez minutos a que aparezca el siguiente bus, la gente es capaz de hacer cosas que ponen en peligro su vida”, comentan.
Todo se resume en una idea que los usuarios del transporte público deben aceptar y es que es el bus por el que hay que esperar, y no por los viajeros.

Un bus hiere de gravedad a un hombre de 71 años que trató de detenerlo para subirse en él

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