Las buenas cifras estivales no consiguen que las cuentas de la hostelería remonten

Las buenas cifras estivales no consiguen  que las cuentas de la hostelería remonten
El verano fue “un poquito mejor de lo esperado”, pero esos resultados no compensan las cuentas de todo el año javier alborés

Los coruñeses han regresado a los bares después de varios años recortando gastos. Podría ser un buen titular para los hosteleros de la ciudad, pero el dato que se extrapola de un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) que indica que este tipo de establecimientos remonta sus ventas es irreal en lo que respecta a A Coruña. El presidente de la Asociación de Hostelería, Héctor Cañete, indica que “la situación no es buena y no ha mejorado nada”, ni siquiera gracias al repunte que trajeron consigo los turistas durante el verano. Si no vuelven a atraer al consumidor, muchos tendrán que echar el cierre.
El representante del sector hostelero en A Coruña, Héctor Cañete, desmiente el dato generalizado que aporta el INE salvo que se relacione únicamente con meses como julio o agosto. “No tenemos datos concretos pero por lo que hablamos con los asociados su situación económica no es buena”, afirma, y dice que no han notado “especialmente” ningún repunte tras la marcha de los viajeros.
Pese a reconocer que “en verano hubo más movimiento”, comenta que ahora mismo no saben “si se sube o se baja o todo lo contrario”. Y es que ese tan deseado repunte, que el organismo estadístico ofrece como una realidad nacional, “es complicado”.

muchos, al límite
La realidad es que los meses estivales fueron muy buenos tanto para la hostelería como para los hoteles pero tan solo fue una coyuntura fiel a la filosofía del pan para hoy y hambre para mañana. “En verano nos fue un poquito mejor de lo esperado pero la situación de los locales no mejora con dos meses que hayan venido mejor”, recuerda.
Parece que levantar un 2013 tan malo costaría muchísimo más porque “hay pagos atrasados e IVA y seguridad social aplazados”, gracias a los que subsisten numerosos establecimientos.
“La gente lo está pasando mal, cuesta mucho hacer frente a los gastos y hay quien está muy al límite y caerá”, asume Cañete. No son pocos los negocios que se encuentran en esta situación e insiste en que si las ventas no mejoran pronto “seguirán los cierres”. Para el sector es puramente una “cuestión de aguante”, que para unos supondrá un fortalecimiento hasta la salida de la crisis y a otros los dejará en el camino mientras se produce ese ascenso.
Además de a la bajada del consumo, el sector achaca gran parte de sus problemas a todos los impuestos y cánones que tienen que abonar aunque sus recaudaciones bajen. “Por ejemplo, los seguros sociales no han bajado como se había prometido y los gastos de luz están por las nubes”, explica Cañete. A la par razona: “Si se incrementan los gastos y han bajado los ingresos nos ponen al borde del precipicio”. n

Las buenas cifras estivales no consiguen que las cuentas de la hostelería remonten

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