Los bomberos coruñeses llegan a lo más alto en Belfast al hacerse con cuatro oros

Los bomberos coruñeses llegan a lo más alto en Belfast al hacerse con cuatro oros
los coruñés (de rojo) con los neozelandeses, que quedaron segundos

Si hay alguna profesión fuera del mundo de los deportes que se asocia con la buena forma física es la de bombero. Hace falta estar muy seguro de su cuerpo para realizar algunas de las arriesgadas actuaciones a las que están acostumbrados estos funcionarios, igual que es necesario para realizar las poses con las que salen en los calendarios que sacan a la venta cada año para poder asistir a las olimpiadas mundiales de Policías y Bomberos. Este año se están celebrando en Belfast y los esfuerzos de los coruñeses se han visto coronados por el éxito, porque se han llevado nueve medallas, cuatro de ellas de oro, algo insólito en un certamen al que acuden profesionales de los servicios de emergencia de todo el mundo.
“Todo el mundo está sorprendido –explicó José Rama, un bombero del parque que, si bien no participó en las olimpiadas, sí lo hace en las celebraciones– y paran a nuestros compañeros por la calle para felicitarles”. No es la primera vez, ni mucho menos, que los coruñeses participan en las pruebas, que se celebran cada dos años. Han estado en Vancouver, Nueva York y Barcelona y han traído medallas, pero nunca como en Irlanda.
Tanto oro invita a creer en los cuentos de ollas repletas de este metal que guardan los duendes irlandeses, pero Rama asegura que la explicación es otra: “Muchos de los que han conseguido las medallas son gente joven que ha entrado en los últimos dos años. Muchos son gente muy deportista, que los ves y están como aviones”.
Además, para conseguir ese oro los bomberos han tenido que hacer bastante más que seguir un arco iris: la prueba reina de las olimpiadas consiste en subir  nada menos que 35 pisos de un rascacielos cargados de 25 kilos de equipo. Exactamente igual que si estuvieran en medio de una emergencia. Aquí los bomberos practican subiendo las escaleras de la torre Hercón. En la verde Irlanda, el edificio escogido fue el Titanic Slip Away.
Por sus escalones subieron cargados con botas, cascos, guantes, chaquetas y usando equipo de respiración Rubén Prado, Pablo Álvarez, Iván Abeleira, Brandán Valbuena, Carlos Blanco y una bombera del parque de Ourense, con la que hicieron equipo, y que es de origen coruñés, Almudena Suárez. En total, y en las categorías senior, open, equipo masculino y equipo mixto, consiguieron cuatro medallas. Al final, ni con bombonas de oxígeno pudieron evitar que les faltara el aire, como si se encontraran en una cumbre más alta.
En realidad, sí se podría decir que han alcanzado la cima. Prado, uno de los mejores atletas con los que cuenta el parque de A Coruña, se hizo también con el primer puesto en press banca (donde levantó 120 kilos) y con una medalla de plata en push and pull, una prueba que consiste en levantar peso muerto desde el suelo. Prado también añadió al medallero otra plata gracias a la prueba de orientación urbana.
En tiro de cuerda, Brandán Valbuena añadió otra plata haciendo equipo con colegas de Irlanda del Norte pero Rama destacó la actuación de Alexandre Rodríguez en criterium, una prueba ciclista de alta velocidad tan extrema que muchos concursantes acabaron por los suelos, con lesiones de diversa gravedad, mientras que Rodríguez se hizo con el bronce. Para el día 16 todos habrán vuelto a casa. Mientras tanto, la Dirección de Seguridad Ciudadana se felicita  porque considera la forma física de sus bomberos como una prueba de la calidad del servicio de emergencias. Y de sus calendarios, claro.

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