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jueves | 18 abril | 2024
La ciudad vive estos días una racha de incendios domésticos. Los bomberos tuvieron que acudir ayer a la calle de María Luisa Durán Marquina a la una y media de la tarde y y a las ocho y media de la noche a la calle de río Monelos tras declararse un incendio en la cocina de ambos edificios. El día anterior, un suceso idéntico había tenido lugar en la calle Petunias, en el Barrio de Las Flores, aunque apenas fue un conato de incendio comparada con el fuego que devoró un décimo piso en ría de O Burgo, y que pasará a la historia de A Coruña como el primero provocado por un robot aspiradora al derribar unas velas. En los dos fuegos de ayer, la actuación de los bomberos se centró en ventilar de las viviendas el humo acumulado en ellas, aunque en el caso del Barrio de Las Flores, la dueña acudió a tiempo para apagar el fuego que calentaba una olla cuando los bomberos estaban a punto de entrar.
menos comunes
Más allá de los daños, los acontecimientos de los últimos días vienen a romper una racha de calma que se estaba prologando desde hace meses. Esta clase de incendios domésticos, que hace unos pocos años eran muy comunes, escasean cada vez más. Fuentes municipales consideran que, en lo que va de año, puede haberse reducido en un 50% el número de incendios domésticos registrados en la ciudad.
La memoria anual de los bomberos de 2015 señala que en la ciudad se registraron 225 incendios en la ciudad el año pasado, de los que cerca de 50 podrían ser domésticos. Siguiendo esta línea, el número de fuegos que afectaron a domicilios en lo que va de año es de menos de 30.
En la mayoría de casos, la acción del fuego se limita a la cocina, aunque el humo puede afectar a toda la casa. A menudo, cuando los bomberos llegan ya no hay fuego y solo ventilan. n
