El blues que nace en una calle con pétalos y se mete el 28 en un “búnker”

Tan solo tienen dos meses de vida pero The Bandhits tienen claro lo que quieren hacer. Blues. Porque llega y acaricia el alma o es una apisonadora que se lleva todo por delante, el género toca y aunque Alex se va más a lo clásico y Ana Monelli quiere rebozar los temas de r&b, entre los cuatro ya han parido unos cuantos temas impregnados de un sello propio. 
Los trae la cantante desde Ourense o Alex para ponerlos a rodar en una calle con pétalos. La banda le da alas al blues en el barrio de las Flores. Aquí ensaya lo que será su directo presentación, el 28, en la sala Búnker. 
En el local de la plaza de la Cormelana, sonará Eric Clapton, B.B. King, Jimi Hendrix, Red House o Vargas Blues Band, junto a los engendros con toque coruño, que hablan de amor y desamor, de lo que circunda alrededor y del sentimiento que es al final lo que empuja a coger papel y bolígrafo. 
Hace bastante tiempo que Alex tenía la idea de montar un grupo de blues y todo surgió de casualidad cuando vio un anuncio en Facebook de un bajista, el uruguayo Emiliano Fernández que se ofrecía a tocar. Después llamó a la puerta el batería Kevin Traba y a los dos días, Ana mandaba un audio que hizo que a Alex se le atragantara el café. 
Tenían cantante y formación. En dos meses, el grupo avanza muy rápido: “Tenemos muy claras las cosas y tenemos muchísima fe”, dicen. Invierten muchas horas en pulir su estilo bajo la oscuridad del garaje y poquito a poco, tratan de barnizar las canciones con un aire más moderno, “conjuntarlo todo un poco y hacer algo que no haga nadie”. 
Con base de blues, eso sí, y de música negra, la receta coge forma, dice el guitarrista. Añade que es difícil encontrarse con bandas de su raza porque lo blusero no prende entre la gente joven: “Parece que suena a viejo, pero te vas a otros países y no pasa esto. Es un estilo que nunca pasa de moda. Siempre está evolucionando”. 
Y porque tanto transmite fogonazo de energía como llanto y melancolía, The Bandhits se autoproclaman embajadores para llegar al espectador que es, en definitiva, la razón por la que el arte existe: “Sino sería estéril”. Para emocionar. Y es que ya lo dijo BB King: “Prefiero tocar dos notas y no muchas, y no decir absolutalmente nada”. l