La basura desaparece de la ciudad después de recogerse 239 toneladas

Tras diez días salpicados de incidentes por la huelga de Nostián, la normalidad ha vuelto al servicio de recogida de basura y los ciudadanos pueden respirar con normalidad en una atmósfera más libre de olores. Así lo corroboraron fuentes de la empresa concesionaria del servicio, Cespa, que señalaban que en los últimos dos días se han retirado prácticamente las 225 toneladas de desperdicios que se acumulaban en los contenedores. En total, se recogieron ayer 239 toneladas (lo habitual son 215), y se procesaron en la planta de Nostián 310 durante el fin de semana, y sin que se registraran incidentes. “Podemos decir que hay cierta normalidad”, corroboró el alcalde Carlos Negreira.
El regidor considera que el fin de los trastornos que provocaba la huelga de reciclaje es debido en parte al esfuerzo del Ayuntamiento y de la Delegación del Gobierno en aumentar la escolta policial de los camiones de basura para evitar que estos fueran apedreados o que se les reventaran las ruedas. El primer edil calcula que los actos vandálicos han costado ya 60.000 euros a las arcas municipales, no solo por la reparación de la maquinaria dañada, sino también a que se claveteaban los contenedores para impedir su vaciado.
Pero aunque el ciudadano ya no perciba la huelga, ésta continúa, puesto que las negociaciones entre la empresa concesionaria de Nostián, Albada, y los representantes de los trabajadores siguen en un punto muerto, después de que el lunes finalizara la tercera reunión auspiciada por la mediadora del AGA sin que se llegara un acuerdo. “Seguimos con una huelga en la planta de tratamiento, no en la recogida –advirtió Negreira– que lleva otra empresa, Cespa, pero la protesta estaba afectando a los dos servicios”.  

inflexible
Puesto que el conflicto no se ha solucionado, no se puede descartar que vuelvan a surgir los problemas en al recogida, de manera que el gobierno local ha vuelto a exigir a ambas partes que se pongan de acuerdo y advierte de que será “inflexible” para evitar que se haga lo que considera un “boicot” a la ciudad y a sus habitantes: “Y seguiremos pidiendo esta fantástica colaboración a la Delegación”.
Por su parte, el comité de empresa criticó al Ayuntamiento por conseguir “la estafa social” que implica pagar a Albada por un reciclaje que no se está llevando a cabo completamente. Recuerda que parte de los desperdicios van a Sogama.