Dos bandadas de “pájaros de metal” sobrevolarán la ciudad

Dos bandadas de “pájaros de metal” sobrevolarán la ciudad
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Las patrullas Águila y ASPA del Ministerio de Defensa sobrevolarán el cielo coruñés del 18 al 20 de julio para dibujar sobre el azul celeste figuras caprichosas como la “pescadilla” o la “superflecha”, en el caso de la flota de helicópteros. Será la primera vez que un festival aéreo tome como escenario la ciudad.

Por su parte, los pilotos de Águila se pondrán al mando en una exhibición fragmentada en partes como si se tratara de un partido de fútbol. Así es que después de un toma y daca de maniobras acrobáticas por parte de siete aviones, la formación se romperá. Cuentan en su página web que lo que podrán ver los coruñeses en lo alto será una bandada de pájaros de metal separados en tres grupos: el solo, el par y el rombo, de manera que no habrá tiempo para aburrirse porque los unos darán paso a los otros y el curioso tendrá siempre una pirueta enfrente de sus ojos.

En la última de las entregas, todos ondearán al viento la bandera española como broche a unas jornadas en las que se tomarán fuertes medidas de seguridad. Los profesionales de Águila advierten que esa es siempre su máxima prioridad, tanto la del público asistente como la de los pilotos.

Es por eso que sus puestas en escena no beben de la improvisación del momento y todo lo que realiza la patrulla responde a un esquema de juego predeterminado. El mismo que se variará o no en función de las condiciones meteorológicas.

A su vez, ASPA le inyectará a la atmósfera el ruido característico que procede de las palas de un helicóptero cuando empiezan a batirse. Esto y el olor a queroseno formarán parte de un espectáculo que comenzó a coger forma en 2004, de la mano del teniente general Eduardo González-Gallarza.

Un año antes, el que era jefe del Estado Mayor del Aire elegía a unos cuantos pilotos para dar luz a una patrulla acrobática con la diferencia de que sus alas serían giratorias. Desde hace diez años, ASPA pinta “alhambras” en el cielo y en su web cuentan que el ejercicio acrobático les hace más compañeros. Con anécdotas y experiencias que se suben también a la aeronave cuando toca ensayo. Lo hacen a bordo de un aparato de nombre “EC 120 Colibrí” que tiene un único motor con 504 CV de potencia máxima y capacidad para cuatro pasajeros, más el piloto.

Desde la página señalan que estas aves tienen una autonomía de cuatro horas. Capaces de tocar más allá de los 6.500 metros de altura, los helicópteros demostrarán que también tienen arte entre sus hélices.

Dos bandadas de “pájaros de metal” sobrevolarán la ciudad

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