El Ayuntamiento realizará obras de saneamiento en el Millennium

Este año se cumplen diez desde que se abandonaron los bajos del Millennium. Este monumento se construyó en el año 2000 por iniciativa de Francisco Vázquez, que sostenía que a un regidor se le recordaba, entre otras cosas, por levantar torres. La suya costó 360 millones de pesetas de las de entonces y se construyó a marchas forzadas: una aguja de cristal de roca grabada con imágenes de la ciudad de la mano de Gerardo Porto. El monumento sigue ahí, pero en un estado de abandono patente, y los bajos están destrozados por el oleaje, y sellados con vallas metálicas para evitar que los ocupen sintecho, pero el Gobierno local confía en realizar un saneamiento el año que viene.

Eso significa colmatar los locales del bajo, que en su día Vázquez quiso convertir en tiendas y una cafetería desde donde se disfrutara de una espléndida vista del océano. Pero el Atlántico, lejos de ser su principal atractivo, se convirtió en su perdición: tras varios destrozos provocados por sucesivos temporales, hubo que abandonarlo.

Ya en 2010, el entonces concejal de Infraestructuras, Esteban Lareo, descartó que en un futuro a esta zona pudiera dársele cualquier uso. Entonces se levantó un muro con piedras, pero los temporales volvieron a derribarlas y comenzó la larga historia de su ocupación.

Durante le anterior mandato, el entonces concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, decidió que la mejor forma de solucionar el problema de las ocupaciones era rellenar la base con material. La Marea Atlántica elaboró un proyecto, pero nunca llegó a licitarlo, y no convence al actual Gobierno local.

Pero, además, también está previsto encargar una nueva iluminación que haga destacar la aguja de cristal de la manera más sostenible. Por el momento, ambos proyectos están en fase de redacción y se espera que, dependiendo de la disponibilidad presupuestaria, se materialicen el próximo año l