El Ayuntamiento quiere regenerar el Monelos tras años de servir de cloaca

“O río Monelos non é un sumidoiro. Ë parte do noso patrimonio é queremos recuperar os tramos que quedan descubertos para que as persoas poidan disfrutalos”, declaró la concejala de Medio Ambiente. Sin embargo, y  a pesar del rechazo de María García, ha sido precisamente como alcantarilla el uso que se le o este pequeño río a lo largo de las últimas décadas. Es más: los vertidos más graves que mencionó durante su intervención, el del Campus de Elviña y el de Nuevos Ministerios, tienen en común que sus bajantes no desembocan en la red de saneamiento municipal, sino directamente en el lecho del río, ahora gravemente contaminado. 
Aunque es ilegal, los constructores sin escrúpulos o chapuceros se ahorran tener que realizar los empalmes con la red de saneamiento al recurrir a esta práctica. Según explicó García, en el caso de Nuevos Ministerios, la bajada de pluviales y de fecales están unidas y desembocan en esta corriente, que antes atravesaba gran parte de la ciudad y que ahora sigue haciéndolo, bajo el asfalto y el hormigón que pisan a diario tanto vehículos como peatones. 
El río Monelos, que está formado principalmente por el río Mesoiro, tiene dos afluentes principales. Uno que nace en Feáns, cerca del cementerio, donde fue utilizado en su época para proporcionar agua a cerca de veinte lavaderos públicos y otro que nace en el lugar de A Furoca, muy cerca de los pilares de la carretera de acceso a Punta Langosteira, atraviesa A Grela bajo tierra y vuelve a salir en San Cristóbal das Viñas para desaguar finalmente en el puerto, en el muelle de San Diego, a través de dos arcos de piedra. 
En 1999, el río volvió a salir a la superficie durante una inundación, y la avenida de Alfonso Molina hubo de ser cortada al tráfico a la altura del hipermercado Carrefour. Después de las obras de canalización llevadas a cabo por Augas de Galicia en 2004 y en 2010, se consiguió controlar el cauce, que en algunos lugares todavía sale a la superficie, como en O Martinete, donde permanece cubierto d maleza y escombros. Una vecina recordaba en octubre que allí se pescaban anguilas y cómo acompañaba a su madre a lavar la ropa. 

desperdicios
Pero ahora el agua que antes se utilizaba para lavar y beber, no sirve más que para arrastrar desperdicios. En septiembre de este mismo año, medio centenar de voluntarios, movilizados por Adega, acudieron a las cercanías del centro cívico de Feáns para limpiar tanto su cauce como su entorno y consiguieron reunir 400 kilos de basura  en los que  había de todo. 
Sin embargo, la misma asociación ecologista reconocía entonces que “o voluntariado ambiental non é man de obra barata que poida suplir o traballo da administración”. Es necesaria una apuesta decidida por parte de los entes públicos. “Nós constituímos unha comisión mixta, con responsables e técnicos de varias concellerías e empezamos a traballar de forma sistemática”, explicó la concejala.